Informe de situación de la
hipercolesterolemia y otros factores de riesgo
Informe de la situación de la hipercolesterolemia y otros factores de riesgo en pacientes con alto
y muy alto riesgo vascular en España: un acercamiento multidisciplinar
En España, hay
1.154.022 personas
diagnosticadas
de enfermedad vascular
● Cardiopatía isquémica: 645.700
● Ictus: 275.200
● Enfermedad Arterial Periférica: 233.122
Un buen control de los factores de riesgo es clave para prevenir eventos vasculares.
Por ello, Cardioalianza ha desarrollado este informe con la finalidad de conocer la situación de los pacientes
con alto y muy alto riesgo vascular para concretar propuestas de mejora de la atención.
Este informe permitirá generar conocimiento e impacto en la sociedad sobre la importancia del control de los factores de riesgo
en personas que ya tienen un diagnóstico de enfermedad vascular.
Ámbitos de análisis:
Atención
sanitaria
Impacto en la
calidad de vida
Autocuidado
del paciente
Rehabilitación
e información
¿Qué hemos hecho?
Creación de Comité Institucional
y Comité de Trabajo
Encuesta a más de
400 pacientes
con enfermedad vascular
Consulta a 68 expertos
multidisciplinares
19 propuestas de mejora
para la prevención
secundaria del riesgo vascular
Todas las personas que han participado en la encuesta han sufrido,
como mínimo, un infarto de miocardio, un ictus o tienen una enfermedad arterial periférica.
El perfil mayoritario de las personas encuestadas corresponde a:
Hombre con 66 años de media
Estudios primarios
Jubilado/pensionista
Vive acompañado
No necesita apoyo para caminar ni tiene ninguna discapacidad reconocida
Tiene diagnóstico de cardiopatía isquémica e hipertensión arterial
De media ha tenido 2 infartos de miocardio
Conoce más de cerca la situación de la hipercolesterolemia y otros factores de riesgo
en pacientes con alto y muy alto riesgo vascular en España.
Un buen control de los factores de riesgo como el colesterol,
la diabetes o la hipertensión, entre otros, puede ayudar a prevenir futuros
eventos vasculares y mejorar así la calidad de vida del paciente.
Entre las personas que contestaron la encuesta, las siguientes enfermedades suponen un factor de riesgo para futuros eventos vasculares.
El 78% de las
personas encuestadas
presentan 1 o más
de estos factores de riesgo.
¿Cuánto sabe el paciente sobre
los factores de riesgo?
Sólo el 30% de los pacientes que se informan sobre su enfermedad vascular lo hace sobre factores de riesgo.
no recuerda sus niveles de colesterol total.
El 46% no recuerda el valor
del LDL (colesterol malo)
La encuesta también ha permitido conocer cómo son los hábitos de vida
de los pacientes con enfermedad vascular, mostrando que:
Las actividades que realizan con mayor
frecuencia son las que requieren poco o ningún esfuerzo físico. El 72% no practica nunca
o casi nunca actividad física como correr, nadar, hacer gimnasia.
El 63,5% de las personas que trabajan y que tienen enfermedad vascular realizan una actividad sedentaria en el puesto de trabajo.
El 53% no fuman o han fumado en el pasado. Solo el 11% continúa fumando.
El 74% hace siempre o a veces dieta para
controlar su enfermedad vascular.
Hasta el 31% de los pacientes están bastante
o muy estresados.
El 54% tienen ansiedad o depresión causadas por la enfermedad vascular
¿Cuáles son las propuestas de mejora?
A partir de los resultados de la encuesta, el comité de trabajo del proyecto (compuesto por profesionales de cardiología,
neurología, medicina de familia, profesionales de enfermería y representantes de los pacientes) consensuó
un conjunto de propuestas de mejora para la prevención secundaria del riesgo vascular en el horizonte 2019-2025, que fueron validadas
y priorizadas mediante una metodología Delphi por un amplio grupo multidisciplinar de profesionales y pacientes.
¡Haz clic en los números y conoce todas las propuestas!
Corto y Medio plazo
Posibilitar el acceso de los pacientes con alto riesgo vascular al mejor tratamiento farmacológico disponible en base a la evidencia.
Favorecer la coordinación y comunicación entre los diferentes niveles asistenciales (AE y AE).
Diseñar e implantar intervenciones para el fomento de la adherencia terapéutica.
Promocionar la prescripción de programas de deshabituación tabáquica a aquellas personas con enfermedad vascular que no hayan cesado el hábito.
Fomentar la prescripción y desarrollo de programas de rehabilitación cardíaca en las fases 1,2 y 3 a los pacientes con muy alto riesgo vascular, siguiendo las recomendaciones de las guías de práctica clínica.
Reforzar el rol de enfermería en lo relativo al control de los factores de riesgo, así como la divulgación de su labor entre los pacientes con alto riesgo vascular y la población general
Informar a los pacientes sobre las diferentes opciones terapéuticas disponibles para tratar su enfermedad vascular y los diferentes factores de riesgo.
Integrar los fármacos indicados para la deshabituación tabáquica en la cartera pública de servicios de prestación farmacéutica.
Fomentar el desarrollo de programas específicos de ejercicio físico para pacientes con claudicación intermitente y de rehabilitación/protetización para pacientes amputados.
Implementar y optimizar el uso de las guías clínicas para el correcto cumplimiento de las rutas asistenciales.
Impulsar programas de educación sanitaria que integren recursos sanitarios de primer y segundo nivel y comunitarios.
Potenciar los centros de rehabilitación neurológica ambulatoria, así como los programas domiciliarios de rehabilitación neurológica.
Largo plazo
Desarrollar y extender proyectos de automonitorización sistematizados en la atención sanitaria a pacientes con alto riesgo vascular con el objetivo de favorecer el autocuidado y corresponsabilidad de los pacientes.
Implementar programas de telerehabilitación que incluyan, entre otras, servicios de fisioterapia, logopedia, terapia psicológica y cognitiva.
Incorporar el perfil del nutricionista en la cartera de servicios sanitarios públicos y promocionar el rol del psicólogo/a en el abordaje y manejo de los factores de riesgo asociados a la enfermedad vascular y de su dimensión emocional.
Prescribir por parte de los profesionales sanitarios el uso de aplicaciones móviles, smartwatches, pulsómetros u otros recursos que favorezcan la realización de ejercicio físico en casa y con ello los hábitos de vida saludable.
Promover la comunicación médico-paciente mediante el uso e implantación de vías interactivas de comunicación como la consulta virtual y otros recursos de telemedicina.
Implementar programas de atención domiciliaria a pacientes con enfermedad vascular coordinados por AP.
Prescribir las organizaciones de pacientes como fuente de información fiable relativa a la enfermedad vascular y como medio para canalizar las demandas de los pacientes a las administraciones sanitarias.
Retorno social
de la inversión de un abordaje ideal
de la Insuficiencia Cardíaca (IC)
La incidencia de la IC es cada vez mayor y constituye una epidemia a nivel universal. Existe la necesidad
de desarrollar intervenciones dirigidas a optimizar los recursos destinados a la IC, reducir el número de hospitalizaciones,
favorecer el cumplimiento terapéutico y mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores.
¿Cuál sería el abordaje ideal de estos pacientes en el Sistema Nacional de Salud Español? ¿Y el valor social de la inversión necesaria para implementarlo?
¿Qué hemos preparado?
Un proyecto multidisciplinar con la colaboración expertos en insuficiencia cardíaca, para consensuar y definir
propuestas de mejora en el manejo de la insuficiencia cardíaca, en el Sistema Nacional de Salud español.
En él medimos el valor social que tendría la inversión en un abordaje ideal de la insuficiencia cardíaca, con el objetivo de favorecer
una planificación estratégica óptima de los recursos sanitarios.