Cuando hablamos de colesterol, debemos distinguir entre el colesterol LDL, también conocido como “colesterol malo”, y el colesterol HDL, conocido por “colesterol bueno”. Estos dos nombres son debidos a las dos lipoproteínas que transportan el colesterol a través de la sangre: las lipoproteínas de baja densidad (Low density lipoproteins -LDL-), y las lipoproteínas de alta densidad (High density lipoproteins -HDL-).
Las lipoproteínas LDL son las encargadas de transportar el colesterol desde el hígado a todas las células del organismo, y reciben el nombre de “colesterol malo” porque se depositan en la pared de las arterias contribuyendo a la formación de placa de ateroma (la causante de aterosclerosis). Por su lado, las lipoproteínas HDL son las encargadas de recoger el colesterol no utilizado en las arterias y devolverlo al hígado para su almacenamiento o excreción a través de la bilis, por ello se la denominan “colesterol bueno”.
Si bien tradicionalmente para la salud cardiovascular se ha recomendado que cuanto más bajo sea el nivel de colesterol LDL (cLDL) mejor y que, por el contrario, cuanto más alto el nivel de colesterol HDL (cHDL) más protección cardiovascular; recientemente varios estudios pondrían en entredicho este “efecto protector” en niveles excesivamente altos de cHDL, vinculándolos a un mayor riesgo de osteoporosis, de riesgo cardiovascular en mujeres menopáusicas o incluso mayor inflamación y riesgo de aterosclerosis.
En este sentido, un nuevo estudio publicado en The Journal of the American Medical Association (JAMA) demuestra que por cada aumento en los valores estándar de colesterol HDL aumenta un 14% el riesgo de fractura ósea en personas mayores sanas.
El trabajo expone que, a pesar de la disponibilidad de fármacos contra la osteoporosis, cada vez hay más fracturas como consecuencia del envejecimiento global de la población. Tal es así, que las fracturas por trauma mínimo afectan al 25 % de los hombres y al 44 % de las mujeres de 60 o más años.
Un reciente metaanálisis de 12 estudios transversales encontró niveles elevados de cHDL en las personas con osteoporosis y, en la misma línea, otros estudios preclínicos han demostrado que el cHDL reduce la densidad mineral ósea (DMO) al estimular los mecanismos moleculares que reducen el número y la función de los osteoblastos, un tipo de células óseas que se encargan de definir el crecimiento, la diferenciación celular y la formación adecuada de los huesos. Sin embargo, la demostración clínica de estos hallazgos aún no se ha comprobado.
Ante estos datos, un grupo de investigadores de la Facultad de Salud Pública y Medicina Preventiva en la Universidad Monash, en Melbourne (Australia), liderado por la Dra. Sultana Monira Hussain, realizó un análisis posthoc de los datos del estudio ASPREE (Aspirin in Reducing Eventis in the Elderly) y del subestudio ASPREE-Fracture, con el objetivo de evaluar la asociación existente entre niveles plasmáticos de cHDL y la incidencia de fracturas.
ASPREE fue un estudio de prevención primaria, doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo de aspirina, que reclutó participantes entre los años 2010 y 2014. Se incluyeron 16.703 adultos mayores australianos de ≥70 años y 2.411 participantes estadounidenses ≥65 años sanos, sin enfermedad cardiovascular evidente, demencia, discapacidad física ni enfermedad crónica que limitara su vida. Por su lado, el subestudio ASPREE-Fracture recopiló datos sobre las fracturas notificadas después de la aleatorización de los participantes australianos. Las fracturas incluidas fueron adjudicadas por un panel de revisión de expertos y confirmadas mediante imágenes médicas.
Para este nuevo análisis se incluyeron un total de 16.262 participantes, con una media de edad de 75 años, que contaban con una medición de cHDL al inicio del estudio. El 55% -8.945- eran mujeres y el 45 % -7.319- eran hombres.
En una media de 4 años, el 10.2% (1.659) de estos participantes presentó por lo menos 1 fractura ósea. Tras analizarlas según los niveles de cHDL de los participantes, los investigadores concluyeron que por cada incremento de una desviación estándar en la cantidad de cHDL se sumaba un 14 % más de riesgo de fractura. Cuando se analizaron los niveles de cHDL en quintiles, se observó que los participantes en el Q5 tenían un riesgo de fractura un 33 % mayor que los del Q1.
Además, esta asociación parece ser independiente de ciertas condiciones protectoras en el estilo de vida, pues los datos revelaron que la asociación persistía en aquellos individuos que no tomaban medicamentos para la osteoporosis, los que no fumaban y declaraban no beber alcohol, y en los que no mantenían ninguna actividad física moderada o vigorosa, incluso también en los que seguían un tratamiento con estatinas. No se observó ninguna asociación entre los valores de colesterol no HDL y las fracturas, y los resultados se mantuvieron similares cuando estos datos se estratificaron por sexo.
Los investigadores señalan que estos nuevos hallazgos se suman a la creciente evidencia de efectos desfavorables relacionados con altos niveles de cHDL. Además de un mayor riesgo de fractura, recientemente se han publicado algunos estudios donde se muestra que niveles moderados (60-80 mg/dL) y altos (>80 mg/dL) de cHDL “se asocian a resultados cardiovasculares adversos en poblaciones de alto riesgo”, advierten los autores. También se ha constatado en algunos trabajos que el estado inflamatorio sistemático asociado al envejecimiento se recrudece en presencia del HDL-C, “lo que podría apuntalar una serie de enfermedades crónicas en un grupo de edad avanzada”.
A pesar de ello, y como subrayan los autores de la editorial que acompaña el estudio, “son necesarios futuros estudios para confirmar estos resultados y determinar una explicación fisiopatológica de estos resultados, pues el metabolismo de las lipoproteínas HDL es complejo, ya que presentan una inmensa diversidad estructural, incluidos tamaños de partícula heterogéneos y un gran número de proteínas y proteoformas asociadas a las HDL, con más de 250 proteínas documentadas vinculadas a las HDL”.
FUENTES:
- Los niveles altos de colesterol HDL, sospechosos de aumentar las fracturas en mayores. Diario Médico.com. 20 de enero de 2023. Disponible en: https://www.diariomedico.com/medicina/endocrinologia/los-niveles-altos-de-colesterol-hdl-sospechosos-de-aumentar-las-fracturas-en-mayores.html?check_logged_in=1
- Hussain SM, Ebeling PR, Barker AL, Beilin LJ, Tonkin AM, McNeil JJ. Association of Plasma High-Density Lipoprotein Cholesterol Level With Risk of Fractures in Healthy Older Adults. JAMA Cardiol. Published online January 18, 2023. doi:10.1001/jamacardio.2022.5124