El pasado 14 de junio, Cardioalianza compareció ante la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados para presentar el informe “Prevención secundaria en salud cardiovascular: poniendo el foco en el paciente con síndrome coronario agudo (SCA)”, un documento de consenso entre pacientes y cardiólogos que identifica los puntos clave a potenciar o implantar para contribuir a mejorar los resultados en salud de los pacientes con síndrome coronario agudo (SCA).

La enfermedad cardiovascular (ECV) es la primera causa de muerte en el mundo y también lo sigue siendo en nuestro país, donde fue la responsable del 28,3% (120.859) de las defunciones en 2018, por delante del cáncer y las enfermedades del sistema respiratorio. Dentro de las enfermedades cardiovasculares, las isquémicas del corazón son las que producen el mayor número de muertes cardiovasculares en nuestro país (26% en total; un 15% hombres y un 11% mujeres) y, dentro de estas, el 40% son causadas por un infarto agudo de miocardio (IAM) (28% hombres y 19% mujeres).

Estas cifras han aumentado debido a la COVID-19. Por un lado, se ha evidenciado que afecta de forma más severa a las personas con patologías crónicas previas como la ECV y, por otro, ha supuesto una grave disminución en los diagnósticos y una pérdida la continuidad asistencial de las personas con ECV. Consecuencias que ya han empezado a hacerse visibles, pues se ha visto que en 2020 se doblaron los fallecimientos de los pacientes hospitalizados por infarto agudo de miocardio. 

Ante este contexto, desde Cardioalianza, en consonancia con la Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (ESCAV) y de la mano de expertos nacionales en el ámbito cardiovascular, se ha impulsado la creación de un documento de consenso para contribuir a mejorar la atención sanitaria de los pacientes cardiovasculares de más alto riesgo de nuestro país, aquellos que ya han sufrido un evento isquémico o un SCA, puesto que éste sigue siendo la primera causa de muerte en general y también entre las enfermedades circulatorias.

El documento identifica los aspectos claves que se deben garantizar en el proceso asistencial del SCA con el objetivo de optimizar los resultados en salud de los pacientes y, en definitiva, reducir el riesgo de padecer un nuevo evento. Para ello, se especifica que todo centro sanitario debe disponer de: un proceso asistencial integrado (PAI) adaptado al contexto local, debe definir indicadores para medir los resultados en salud, debe transparentarlos y hacerlos públicos para poder contribuir a la mejora de la calidad asistencial y debe facilitar la realización de auditorías públicas para fomentar la mejora continua.

En cuanto a las mejoras en el proceso asistencial de atención al paciente con SCA, destacan que: todo centro sanitario, con independencia de su nivel asistencial, debe tener un protocolo/vía clínica de atención precoz al SCA adaptado a su contexto local; que la rehabilitación cardiaca debe integrarse de forma global desde la hospitalización y que todo paciente debe poder acceder a ella en su área de salud tras el alta hospitalaria; y que es necesario promover la filosofía de acto único e incorporar modalidades de medicina no presencial.

“Hemos visto como el SCA sigue siendo un problema importante de salud pública que requiere de cambios importantes en el modelo asistencial actual, que demandan de la participación y compromiso de todos los agentes implicados en la mejora de su atención: pacientes y familiares, profesionales sanitarios, gestores y planificadores. Por ello, desde Cardioalianza, queremos tender puentes de diálogo entre todos los agentes para avanzar en la mejora de los resultados en salud de los pacientes que han sufrido un SCA en España”, destaca la presidenta de Cardioalianza, Maite San Saturnino.

Para lograr este cambio, las entidades de pacientes se han dirigido a las autoridades sanitarias del Congreso de los Diputados para instarles a:

  • Incluir el SCA en la agenda de prioridades sanitarias, pues sigue siendo la primera causa de muerte entre las ECV.
  • Diseñar/rediseñar estrategias enfocadas a mejorar los resultados en salud de los pacientes con SCA.
  • Eliminar las trabas administrativas que dificultan o impiden el acceso a tratamientos por parte de los pacientes.
  • Invertir en tecnología y sistemas de información que faciliten modelos de atención flexibles y la gestión de procesos y resultados en la salud de los pacientes.
  • Definir, recoger y publicar los resultados de indicadores de proceso y resultado con el objetivo de contribuir a transparencia.
  • Facilitar la auditoría de los procesos asistenciales del SCA con el objetivo de fomentar la mejora continua.
  • Implantar programas educativos dirigidos a la ciudadanía, adaptados a colectivos prioritarios (personas mayores, mujeres).

“Como pacientes demandamos que todo aquel que sufra un infarto en nuestro país, con independencia de su código postal, opte a las mismas oportunidades de supervivencia y recuperación, y ello pasa por definir mejor cómo tiene que ser la ruta asistencial por la que circula el paciente, desde que acude al centro sanitario con los primeros síntomas de alarma”, subraya Tomás Fajardo, secretario general de Cardioalianza.

DESCARGA EL INFORME COMPLETO AQUÍ


Fuentes:

  • Instituto Nacional de Estadística (INE). (2019). Defunciones según la causa de muerte 2018. Defunciones por causas (lista detallada) sexo y edad. Disponible aquí.
  • Rodríguez-Leor, Oriol; Cid-Álvarez, Belén; Ojedae, Soledad; Martín-Moreirasf, Javier; et al. Impacto de la pandemia de COVID-19 sobre la actividad asistencial en cardiología intervencionista en España. Revista Española de Cardiología. Julio 2020. Disponible aquí.

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