Estos días de cuarentena provocados por la pandemia pueden generar fácilmente momentos de angustia y ansiedad a muchas personas, por eso, tan importante es cuidar nuestra salud física como también nuestro estado emocional y, para ello, los expertos coinciden en que crear rutinas diarias es clave para organizarse y llevarlo mejor.
Según indican los psicólogos, se sabe que en periodos de aislamiento es frecuente tener reacciones de estrés, tristeza, ansiedad, nerviosismo, confusión, irritabilidad, miedo, sensación de culpabilidad, etc., y ello puede repercutir en nuestro día a día provocándonos insomnio, dificultad de concentración, pérdida de eficacia en el trabajo y, a largo plazo, incluso síntomas de depresión o estrés postraumático.
La salud mental y las reacciones que aparezcan dependerán en gran medida de nuestra situación familiar (si vivimos con más gente o bien estamos solos), de si estamos igualmente trabajando desde casa, de la duración de la cuarentena, de nuestro estado laboral y/o económico, etc. Asimismo, los sentimientos que vayan aflorando irán cambiando según el día y el momento en el que nos encontremos, según nuestras aspiraciones y frustraciones, etc. Tal es así que los expertos han identificado siete fases distintas por las que seguramente hemos pasado y/o pasaremos estos días: incredulidad, preparación, ajuste, aclimatación, resistencia, alivio y temor.
- Incredulidad: Fase de incerteza en la que nos llega mucha información.
- Preparación: Nos preparamos para lo que pueda venir y nos encargamos de abastecernos.
- Ajuste: Vamos habituándonos a la situación y empezamos a elaborar nuevas rutinas diarias.
- Aclimatación: Estamos en plena rutina pero tenemos que hacer frente a los momentos que estamos sin hacer nada.
- Resistencia: El aumento de la tensión emocional que experimentamos al estar encerrados en casa.
- Alivio. Se empieza a sentir alivio y esperanza ante la reapertura de algunos negocios, ya que se vislumbra el final de esta situación.
- Temor. Tras el alivio asaltan nuevas preocupaciones sobre la seguridad laboral y financiera tras esta crisis.
Para aprender a controlar nuestra angustia desde casa y tener un mejor control emocional, son varias las instituciones sanitarias que han señalado una serie de pautas para ayudarnos a mantener una estabilidad emocional y reducir el estrés. A continuación, os exponemos las orientaciones que propone el Colegio Oficial de Psicología de Madrid:
- COMPRENDE LA REALIDAD. Lo primero es entender y asumir el momento que estamos viviendo y que, lamentablemente, es imprescindible que colaboremos todos quedándonos en casa ya que es nuestra responsabilidad, no solo para protegernos a nosotros sino también a los demás.
- “VAMOS A HACER LO CORRECTO”. Como seres responsables tenemos que cumplir las normas y ello nos dará tranquilidad de estar haciendo todo lo que está en nuestra mano y nos producirá serenidad.
- PLANIFICA TU NUEVA RUTINA. Piensa en actividades para realizar solo, si es el caso, o en compañía. No lo dejes a la improvisación. Piensa en todo lo relacionado que necesites en alimentación y otros productos para salir las menos veces posibles. Desde el Colegio nos proponen que escribamos todo esto y dibujemos una especie de horario, ello nos ayudará.
- INFÓRMATE ADECUADAMENTE. Busquemos la información oficial y necesaria, pero evitemos la sobreinformación. Ésta puede ser muy nociva y provocar sensaciones de desasosiego que son absolutamente contraproducentes. Información sí, pero la justa.
- MANTÉN CONTACTO CON EL EXTERIOR. Mantengámonos conectados con nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo y, especialmente, con los mayores sean o no familiares nuestros. Conversar con ellos sobre cómo estamos afrontando la situación nos ayudará; evitando, eso sí, en lo posible, alimentar miedos e inquietudes. Utilicemos cuando sea posible las videollamadas para facilitar el contacto y aportar tranquilidad.
- APROVECHA EL MOMENTO. Ahora tenemos tiempo para poder realizar actividades que antes no podíamos por falta de horas. Además, es un buen momento para disfrutar de aquellos pequeños momentos que antes era imposible por el estrés del día a día. Ello pasa por encontrar momentos para leer, jugar con nuestros hijos, relajarnos, etc. o practicar juegos de mesa interactivos online en familia, selección de vídeos de música, tutoriales o películas.
- TIEMPO PARA LA CREATIVIDAD. Aprovecha para hacer cosas divertidas en casa que antes no habías hecho por falta de tiempo, ya sea solo o en compañía, pero que sean actividades que te satisfagan, como cocinar, aprender a tocar un instrumento, hacer pequeños arreglos en casa, ordenar nuestra ropa en el armario. Un consejo es ir anotando todas estas cosas para ir haciendo y así que no se te vayan de la mente. Asimismo, es un buen momento para hacer una reflexión personal sobre nuestra vida y ver qué deberíamos o nos gustaría cambiar.
- TIEMPO PARA HACER EJERCICIO EN CASA. El ejercicio físico favorece la prevención y tratamiento de varias enfermedades, tanto físicas como mentales, por ello es básico que practiquemos algún tipo de ejercicio de forma diaria para mantener sana nuestra mente. Con el ejercicio liberamos endorfinas que, además de reconfortarnos mentalmente y aportarnos salud física, contribuyen a reducir el estrés, la ansiedad o la depresión.
- OBSERVA EL ESTADO DE SALUD DE QUIENES TE RODEAN. Es importante mantener el contacto con quienes nos rodean (familiares, amigos) y preguntarles como se encuentran de salud. No hay que olvidar tampoco el autocuidado, tanto el nuestro como el de ellos: recibir luz natural 20 minutos al día, dieta equilibrada, dormir un número de horas adecuadas, y, muy importante, no perder el sentido del humor.
- GESTIONA TU ESTADO DE ÁNIMO. Es importante normalizar las emociones que aparezcan, tienes derecho a sentir lo que sientes en estas circunstancias, acepta tus emociones y ayuda a tu familia a gestionarlas y expresarlas. Por ello, es importante que cuidemos nuestros pensamientos y emociones, de manera que podamos construir y responder adecuadamente a momentos en los que el ánimo falla y nos invada la sensación de incertidumbre.
Esperamos que todas estas pautas te ayuden a llevar mejor la situación. Ánimo que, entre todos, venceremos.