El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual (ITS) más común del mundo. Existen más de 100 tipos diferentes de VPH de los cuales 40, pueden infectar al ser humano[1]. Algunos tipos de infección por el virus del papiloma humano causan verrugas y otros pueden causar diferentes tipos de cáncer.

La mayoría de las infecciones por el VPH no derivan en cáncer; sin embargo, algunos tipos del VPH pueden causar cáncer de la parte inferior del útero que se conecta a la vagina (cuello del útero), además de cáncer de ano, pene, vagina, vulva y parte posterior de la garganta (orofaringe). Estas infecciones a menudo se transmiten a través de relaciones sexuales o de otro tipo de contacto de piel con piel.

Recientemente, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Sungkyunkwan de Seúl (Corea), y publicado en la revista European Heart Journal,  demuestra por primera vez la relación existente entre la infección por VPH de alto riesgo y las muertes por enfermedades cardiovasculares, incluidas cardiopatías e ictus.

La mayor parte de las enfermedades cardiovasculares son producidas por los factores de riesgo vascular comúnmente conocidos como la hipertensión, el colesterol, la diabetes, la obesidad y el tabaquismo, pero un 20% de estas enfermedades no responden a ninguna de estas causas, lo que pone de relieve la necesidad de investigar otros factores de riesgo modificables. “Nuestra investigación se centra en examinar el impacto del VPH, sobre todo en relación con la mortalidad cardiovascular, como posible factor de riesgo de este tipo de enfermedades», señala el profesor Seungho Ryu, uno de los principales autores del estudio.

En concreto, los investigadores realizaron un seguimiento de más de ocho años a 163.250 mujeres coreanas jóvenes o de mediana edad (>30 años) sin presencia de enfermedad cardiovascular al inicio del estudio. A todas las mujeres se les realizaron pruebas de salud, incluida la detección cervical para identificar 13 cepas de VPH de alto riesgo y, seguidamente, realizaron controles médicos durante un promedio de 8 años y medio.

Los investigadores pudieron combinar los datos sobre los resultados de las pruebas del VPH de las mujeres con los datos nacionales sobre muertes por enfermedades cardiovasculares, incluidas las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares.

Como grupo de mujeres relativamente jóvenes y sanas, su riesgo de morir por enfermedad cardiovascular era generalmente bajo (9,1 entre 100.000 en total). Pero los resultados del análisis revelaron que aquellas con VPH de alto riesgo tenían un riesgo 3,91 veces mayor de obstrucción de las arterias; 3,74 veces mayor de morir por enfermedad cardiaca y 5,86 veces mayor de morir por ictus, en comparación con las mujeres que no tenían la infección. Los investigadores también encontraron que el riesgo era aún mayor en mujeres que tenían una infección por VPH de alto riesgo y obesidad.

Hasta ahora ya se sabía que la inflamación desempeña un papel fundamental en el desarrollo y la progresión de las enfermedades cardiovasculares, y que, a su vez, las infecciones víricas son posibles desencadenantes de la inflamación, como se ha visto con el caso de los virus de la gripe o incluso con el SARS-CoV-2. En este sentido, otro de los autores principales del estudio, el profesor Hae Suk Cheong, subraya que, «el VPH es conocido por su relación con el cáncer de cuello uterino, pero las investigaciones están comenzando a demostrar que este virus también se puede encontrar en el torrente sanguíneo. Podría ser que el virus esté creando inflamación en los vasos sanguíneos, contribuyendo a la obstrucción y daño de las arterias y aumentando el riesgo de enfermedad cardiovascular».

Sin duda alguna, estos resultados manifiestan que es imprescindible hacer un adecuado seguimiento de la salud cardiovascular de las mujeres con VPH de alto riesgo, más aún entre aquellas que presenten obesidad u otros factores de riesgo. Estas mujeres deben someterse a revisiones periódicas de cribado de cáncer de cuello uterino y también de enfermedad cardiovascular, además de seguir un estilo de vida saludable para intentar mitigar su riesgo cardiovascular.

Según indican los expertos, el siguiente paso será ahora ver si el virus tiene las mismas consecuencias en los hombres y, asimismo, comprobar si las vacunas existentes contra el VPH para la prevención del cáncer de cuello uterino muestran también una reducción de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica, lo que abriría una nueva vía de tratamiento para las enfermedades de esta índole.

“Estos hallazgos son lo sufrientemente serios como para valorar la introducción de algunos virus como factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica», destaca en una editorial acompañante, el profesor James S. Lawson, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Sydney, Australia), quien añade que, «las pruebas de que los virus en general y el VPH en particular aumentan el riesgo de resultados adversos de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica se han vuelto lo suficientemente convincentes como para sumarse a los ya sólidos argumentos a favor de la vacunación contra el virus de la gripe, el SARS-CoV-2 y el VPH».

FUENTES:

  • Hae Suk Cheong, Yoosoo Chang, Yejin Kim, Min-Jung Kwon, Yoosun Cho, Bomi Kim, Eun-Jeong Joo, Young Ho Bae, Chanmin Kim, Seungho Ryu, Human papillomavirus infection and cardiovascular mortality: a cohort study, European Heart Journal, 2024;, ehae020, https://doi.org/10.1093/eurheartj/ehae020

[1] Hoja informativa VPH. Plan Nacional sobre el Sida. Ministerio de Sanidad. Disponible en: https://www.sanidad.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/sida/docs/hojaInformativaVPH_22Feb18.pdf

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