Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto recientemente un nuevo mecanismo regulador de la inflamación post infarto que podría ser la clave para proteger el corazón y avanzar en el pronóstico y tratamiento de esta enfermedad que sigue siendo la principal causa de muerte mundial.
El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista Journal of Clinical Investigation y en su desarrollo han participado investigadores del área de Enfermedades Cardiovasculares del CIBER (CiberCV) del grupo de Francisco Sánchez-Madrid del CNIC y el Hospital Universitario de La Princesa, así como del grupo de José Martínez-González, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB-CSIC) y el IIB-Sant Pau.
Las células T reguladoras son las encargas de controlar el sistema inmune para evitar respuestas inflamatorias descontroladas que puedan causar daño no deseado. Ahora, gracias a esta investigación, se ha descubierto que la expresión del receptor CD69 en los linfocitos T reguladores ofrece protección después del infarto, ya que actúa como punto de control de la inflamación agravada responsable del daño cardiaco a medio plazo.
Los investigadores analizaron los marcadores inmunológicos sanguíneos de 283 pacientes con infarto de miocardio – procedentes de los Servicios de Cardiología del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid y del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona- y observaron que se produce un aumento de la expresión de este receptor CD69 en los linfocitos T reguladores, en las primeras horas tras sufrir el evento isquémico.
Además, gracias a este análisis, pudieron constatar que los niveles de expresión de CD69 en sangre son predictores de desarrollo de fallo cardiaco, es decir, de sufrir secuelas graves en la funcionalidad del corazón. Así lo explica el Dr. Rafael Blanco-Domínguez, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona y primer firmante del trabajo, “observamos como aquellos pacientes con niveles bajos de CD69 en las primeras horas tras infarto tenían mayor riesgo de desarrollar fallo cardiaco durante los primeros dos años y medio tras el ingreso hospitalario”.
Después de estos hallazgos, el equipo de científicos realizó varios experimentos con modelos de ratón, en los que comprobaron que la ausencia de CD69 conlleva un aumento de la inflamación, de la disfunción cardiaca y de la tasa de muerte tras infarto. Asimismo, y gracias al ensayo con ratones, los investigadores también hallaron que la terapia con células T reguladoras que expresan CD69 tras un infarto en ratones deficientes en CD69, es suficiente para suplir la deficiencia de esta molécula y lograr disminuir la inflamación cardiaca y mejorar la supervivencia tras el infarto.
“Este fenómeno se debe a que las células T reguladoras que expresan CD69 son reclutadas en el sitio del infarto y son necesarias para inhibir a las células gamma-delta T, secretoras de la interleucina-17 pro-inflamatoria”, explica la Dra. Pilar Martín como investigadora principal del estudio y jefa del Grupo de Moléculas Reguladoras de los Procesos Inflamatorios del CNIC; quien añade que “de esta forma, la presencia de CD69 hace que las células T reguladoras sean más eficientes al inducir muerte e inhibir la secreción de interleucina-17 mediante un mecanismo novel independiente de antígenos específicos”.
De esta forma, los datos de este nuevo trabajo nos muestran que existe un nuevo mecanismo regulador de la inflamación tras sufrir un infarto de miocardio y que éste puede utilizarse, además, como marcador pronóstico y terapéutico tras el infarto.
FUENTES:
- Desvelan un nuevo factor que protege el corazón tras un infarto. Diario Médico. Disponible en: https://www.diariomedico.com/medicina/cardiologia/desvelan-un-nuevo-factor-que-protege-el-corazon-tras-un-infarto.html
- Blanco-Domínguez et al. CD69 expression on regulatory T cells protects from immune damage after myocardial infarction. The Journal of Clinical Investigation. Published in Volume 132, Issue 21 on November 1, 2022; 132(21):e152418. https://doi.org/10.1172/JCI152418