Del 26 al 29 de agosto tuvo lugar en Barcelona el Congreso Europeo de Cardiología, uno de los encuentros más importantes de la especialidad, dónde más de 24.000 especialistas de todo el mundo se reúnen para compartir y dar a conocer las últimas actualizaciones en el campo de la innovación cardiológica. Hemos recogido en este artículo los resultados de dos estudios en relación con la hipercolesterolemia (colesterol elevado).

Cuando en nuestro torrente sanguíneo hay, de manera persistente, altos niveles de colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (cLDL), también conocido como “colesterol malo”, éste se acumula y produce placas de ateroma en la pared de las arterias. Es lo que se denomina “aterosclerosis”.

En concreto, sabemos que tener unos niveles no controlados de colesterol LDL en sangre puede contribuir a desarrollar hasta el 60 % de los infartos o anginas de pecho y el 40 % de los ictus, por lo que su tratamiento es de vital importancia para la prevención de eventos cardiovasculares. Pero ¿cuándo es mejor empezar a tratar al paciente?

En este sentido, en el marco del Congreso Europeo de Cardiología, se ha presentado un estudio que eleva el beneficio del tratamiento de por vida de las estatinas. En concreto, el trabajo ha estimado el beneficio de las estatinas en función de la edad del paciente al iniciar el tratamiento con este fármaco, y ha comprobado que el mayor beneficio se da en la última etapa del tratamiento y que, además, cuanto mayor es el riesgo cardiovascular del paciente, mayor es su beneficio y antes se acumula.

“El estudio indica que las personas de 40 años con una alta probabilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular y las personas de todas las edades con enfermedades cardíacas existentes deben ser consideradas para el inicio inmediato del tratamiento para bajar el colesterol. Suspender el tratamiento, a menos que lo indique un médico, no parece ser una buena elección”, señala el Dr. Runguo Wu, de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido) y autor principal del estudio.

Como base poblacional de estudio, los investigadores utilizaron datos de 118.000 participantes de grandes ensayos internacionales sobre estatinas de la Cholesterol Treatment Trialists’ (CTT) Collaboration y de 500.000 personas de la cohorte del UK Biobank.

Los resultados de este estudio también revelaron que es importante mantener una estabilidad en la adherencia terapéutica, pues se observa un menor beneficio en aquellos pacientes que ven interrumpido su tratamiento en comparación con los que lo toman de por vida, especialmente entre aquellas personas que tiene un perfil de riesgo cardiovascular bajo. Así lo explica el Dr. Runguo Wu, “las personas que empiezan a tomar estatinas a los 50 años y dejan de tomarlas a los 80, en lugar de continuar de por vida, pierden 73% del beneficio sobre los años de vida ajustados por la calidad si tienen un riesgo cardiovascular relativamente bajo y 36% si tienen un riesgo cardiovascular alto”, quien añade que, “dado que el riesgo cardiovascular de las mujeres es generalmente menor que el de los hombres, esto significa que la interrupción prematura del tratamiento con estatinas es probablemente más perjudicial para las mujeres que para los hombres”.

Las estatinas son los fármacos hipolipemiantes más prescritos internacionalmente, pues forman parte del tratamiento de más de 145 millones de personas en todo el mundo. Existe evidencia científica que indica que la reducción del colesterol LDL en 1mmol/L con estatinas reduce los riesgos de cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular en un 24 %-25 % y, a pesar de ello, el retraso en el inicio del tratamiento y la mala adherencia son comunes. Ahora, los datos de este nuevo estudio ponen de manifiesto que hay que adelantar la edad de su prescripción en perfiles de riesgo y que, además, lo mejor es no interrumpir el tratamiento.

En ocasiones, las estatinas no son suficiente y se deben tomar, además, otros fármacos. En otra sesión del Congreso, se presentaron los datos del estudio FOURIER open-label extension (OLE) que confirman que la reducción de los niveles de cLDL mediante la combinación de estatinas y evolocumab, uno de los fármacos inhibidores de PCSK9, ha resultado ser eficaz y segura a largo plazo y demuestra de manera significativa una reducción de eventos adversos y de muerte cardiovascular.

En concreto, en este estudio han participado un total de 6.635 pacientes de un estudio anterior de dos años de duración (FOURIER): 3.355 asignados al azar en el grupo tratado anteriormente con evolocumab y 3.280 tratados anteriormente con placebo; a partir de los dos años, todos han sido tratados con evolocumab (a dosis de 140 mg cada dos semanas o 420 mg mensuales). El seguimiento medio de los pacientes fue de 5 años, con lo que se ha podido estudiar a los pacientes tratados con evolocumab hasta un máximo de 8,4 años (combinación estudio original FOURIER con el estudio FOURIER-OLE).

La Dra. Michelle O’Donoghue del Brigham and Women’s Hospital de Boston (Estados Unidos), autora principal del estudio, destaca que, “los principales ensayos hasta la fecha solo han tenido una mediana de duración del tratamiento de dos a tres años. Sin embargo, en la práctica clínica, la terapia hipolipemiante se suele administrar de forma crónica. Por lo tanto, FOURIER-OLE se ha llevado a cabo para comprender mejor la seguridad a largo plazo, la tolerabilidad, los niveles de lípidos y el riesgo de eventos cardiovasculares adversos importantes en pacientes que reciben un tratamiento prolongado con el inhibidor de PCSK9 evolocumab”.

Los resultados del trabajo FOURIER-OLE, publicados recientemente en la revista Circulation de la American Heart Association, han demostrado que el 80% de los pacientes tratados con estatinas en combinación con evolocumab, han logrado mantener las cifras de colesterol LDL de manera constante por debajo de los 55 mg/dl, cumpliendo así con las cifras objetivo marcadas en la Guía ESC/EAS 2019 sobre el tratamiento de las dislipemias.

En concreto, se ha visto que, a las 12 semanas, la mediana de colesterol LDL del conjunto de la población del estudio fue de 30 mg/dl, con independencia de si habían recibido evolocumab o placebo durante los dos años en el estudio FOURIER original. También se ha constatado una reducción en los niveles de colesterol LDL del 58% desde el inicio, que se ha mantenido a lo largo del seguimiento a largo plazo.

En cuanto a la disminución del riesgo cardiovascular, se ha observado que aquellos pacientes tratados originalmente con evolocumab, en comparación con los pacientes tratados originalmente con placebo, han tenido un 23% menos de riesgo de muerte cardiovascular y entre un 15% y 20% menos de riesgo de padecer otro evento cardiovascular mayor.

Hasta el momento, se trata del trabajo que ha evaluado durante más tiempo a pacientes tratados con un inhibidor de PCSK9, y hemos podido comprobar como la reducción del colesterol LDL a largo plazo con evolocumab es segura y bien tolerada durante más de ocho años y que, además, conduce a una mayor reducción de los eventos cardiovasculares en comparación con un inicio más tardío del tratamiento”, señaló la Dra O’Donoghe. Así pues, estos nuevos datos del estudio FOURIER OLE ponen de manifiesto la recomendación de empezar cuanto antes la terapia con inhibidores de PCSK9 para lograr alcanzar y mantener cifras muy bajas de colesterol LDL entre aquellos pacientes que ya han sufrido un evento coronario.

FUENTES:

  • O’Donoghue, Michelle; Giugliano, Robert; Wiviott, Stephen; Atar, Dan; Keech, Anthony; Kuder, Julia; Im, Kyungah; Murphy, Sabina; Flores-Arredondo, Jose; et al. Long-Term Evolocumab in Patients with Established Atherosclerotic Cardiovascular Disease. Circulation. 29 Aug 2022.https://doi.org/10.1161/CIRCULATIONAHA.122.061620

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