La hipertensión (HTA) representa una de las principales causas globales de enfermedad y mortalidad, con la capacidad de desencadenar condiciones graves como insuficiencia cardíaca o infarto.

Un reciente estudio publicado en JAMA y presentado en las sesiones científicas de la American Heart Association (AHA) revela que la reducción del consumo diario de sal en aproximadamente una cucharadita puede resultar en una disminución de la presión arterial sistólica.

Según recomienda la AHA, la ingesta diaria de sodio no debe superar los 1.500 miligramos.

Con el propósito de investigar los efectos de reducir el sodio en la dieta sobre la presión arterial, se llevó a cabo un estudio con un total de 213 participantes de entre 50 y 70 años de Birmingham, Alabama y Chicago. Se asignó aleatoriamente a cada participante una dieta alta en sodio (2.200 miligramos al día, además de su dieta habitual) y otra baja en sodio (500 miligramos al día en total), alternando semanalmente.

Al finalizar la semana, se llevaba a cabo una revisión que requería que los participantes se tomaran la presión arterial y proporcionaran una muestra de orina. Los resultados evidenciaron una disminución significativa de 7 a 8 mm Hg (milímetros de mercurio) en la presión arterial sistólica cuando seguían la dieta baja en sodio en contraste con la dieta alta en sodio, y una reducción de 6 mm Hg en comparación con su régimen alimenticio habitual.

El 72% de los participantes experimentaron una disminución de su presión arterial al seguir la dieta baja en sodio en contraste con su alimentación habitual. Los resultados indicaron que aproximadamente el 70-75% de la población podría lograr reducciones en su presión arterial al controlar el consumo de sodio en su dieta.

Frente a estos hallazgos, Deepak Gupta, docente de Medicina en la Universidad de Vanderbilt y Alabama, y además coinvestigador principal de este estudio, declaró que la reducción del sodio en la dieta impactó de manera uniforme en la disminución de la presión arterial en prácticamente todos los participantes, abarcando desde aquellos con la presión arterial dentro de los rangos normales hasta los que tenían la presión arterial alta, ya sea bajo tratamiento o sin tratamiento. Vale la pena destacar que este efecto se logró de manera rápida y segura en tan solo una semana.

FUENTES:

  • Gupta, D. K., Lewis, C. E., Varady, K. A., Su, Y., Madhur, M. S., Lackland, D. T., Reis, J. P., Wang, T. J., Lloyd‐Jones, D. M., & Allen, N. B. (2023). Effect of dietary sodium on blood pressure. JAMA. https://doi.org/10.1001/jama.2023.23651

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