Son muchos los estudios publicados que demuestran el beneficio de la practica de ejercicio sobre la salud cardiovascular. Sin ir más lejos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la actividad física practicada con regularidad reduce el riesgo de cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo II, hipertensión, cáncer de colon, cáncer de mama y depresión; además de ser un factor determinante en el consumo de energía, por lo que es fundamental para conseguir el equilibrio energético y el control del peso. Pero ¿cuánto ejercicio debemos practicar para conseguir el máximo beneficio?
A esta pregunta ha querido dar respuesta un reciente estudio publicado en Revista Española de Cardiología, realizado por investigadores del CIBER de Enfermedades Cardiovasculares (Cibercv) y del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp) del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM).
Los expertos realizaron un seguimiento a 11.158 personas participantes del estudio REGICOR (Registre Gironí del Cor), de entre 25 y 79 años, y se les registraron datos sobre actividad física a partir de cuestionarios validados en los que se especificaban hasta 64 tipos de actividades. Mediante el seguimiento telefónico a los participantes y el cruce de datos con el programa de analítica de datos para la investigación y la innovación en salud (Padris), del Departament de Salut de la Generalitat, se identificaron también el número de accidentes cardiovasculares (infartos de miocardio, ictus, etc.) y los datos de mortalidad (863 personas murieron durante el estudio).
Los resultados de este estudio han revelado que realizar 150 minutos de actividad física de intensidad moderada (caminar rápido o bailar, por ejemplo), o 75 minutos de actividad vigorosa (como correr u otros deportes) a la semana, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), reduce el riesgo de mortalidad en un 16%, el riesgo de mortalidad cardiovascular un 27% y de accidentes cardiovasculares en un 12%.
El trabajo también revela que el máximo beneficio a partir del ejercicio se obtiene al multiplicar por 4 la práctica de estas recomendaciones, puesto que han observado que por encima de esta cantidad ya no se obtiene ningún beneficio adicional. Cabe destacar, también, que no se observaron diferencias por razón de edad o de género.
Así, los expertos señalan que, “los resultados del estudio indican que la práctica de actividad física de intensidad moderada-vigorosa se asocia con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y de mortalidad”, según Helmut Schröder. Al que Jaume Marrugat, también firmante del trabajo e investigador del CIBERCV y del IMIM, añade que “el beneficio ya se observa con dosis pequeñas de actividad física”.
En este sentido, y según indica la OMS, la inactividad física es el cuarto factor de riesgo de mortalidad más importante en todo el mundo (6% de defunciones a nivel mundial), solo superado por la hipertensión (13%), el consumo de tabaco (9%), el exceso de glucosa en la sangre (6%) y el sobrepeso y la obesidad (5% de la mortalidad mundial).
La insuficiente actividad física va en aumento en muchos países, lo que agrava la carga de enfermedades no transmisibles y afecta al estado de salud de la población en todo el planeta, puesto que las personas que no hacen suficiente ejercicio físico presentan un riesgo de mortalidad entre un 20% y un 30% superior al de aquellas que son lo suficientemente activas.
Para concienciar a la población y a los gobiernos de esta problemática, la OMS creó las Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud, dónde se especifican recomendaciones individuales para la práctica de ejercicio según grupo de edad (de 5 a 17 años, de 18 a 64 años, y de 65 en adelante), y también se insta a los gobiernos a fomentar políticas que promuevan y faciliten el acceso de la población para la práctica de ejercicio.
En concreto, en el grupo de adultos de entre 18 y 64 años, con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias, musculares y la salud ósea, y con el objetivo de reducir el riesgo de enfermedades no transmitibles y depresión, se recomienda que:
- Los adultos de 18 a 64 años deberían acumular un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
- La actividad aeróbica se practicará en sesiones de 10 minutos de duración, como mínimo.
- Que, a fin de obtener aún mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo de edades aumenten hasta 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa aeróbica, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
- Dos veces o más por semana, realicen actividades de fortalecimiento de los grandes grupos musculares.
Y, entre las distintas propuestas en materia de políticas para alcanzar los niveles recomendados de actividad física en el mundo, la OMS propone:
- La formulación y aplicación de directrices nacionales para promover la actividad física y sus beneficios para la salud.
- La integración de la actividad física en las políticas relativas a otros sectores conexos, con el fin de facilitar y que las políticas y los planes de acción sean coherentes y complementarios.
- El uso de los medios de comunicación de masas para concienciar acerca de los beneficios de la actividad física.
- La vigilancia y seguimiento de las medidas para promover la actividad física.
Así, este trabajo pone de manifiesto la necesidad de tanto las personas a nivel individuales como también los países a nivel global deben adoptar medidas para incrementar la actividad física, y esto pasa por promover un estilo de vida saludable y proporcionar a las personas más oportunidades de estar activas, a fin de incrementar y facilitar la actividad física.
No olvides siempre consultar con tu médico cuál es la actividad física recomendada para tu estado de salud.
Fuentes:
- Diario Médico. Octubre 2020. Hacer 30 minutos al día de ejercicio moderado puede reducir el riesgo de muerte un 16%. Disponible aquí.