El pasado 14 de junio se presentó el informe “Hacia una mejor salud cardiovascular en España”, un documento encargado por la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (EFPIA) y Farmaindustria, y elaborado por la consultora PwC, que refleja el estado de la salud cardiovascular en España y destaca la interdependencia entre las políticas cardiovasculares en España y en la UE.
Se trata de un informe específico sobre la situación de la salud cardiovascular en nuestro Sistema Nacional de Salud, en cuya elaboración han participado un amplio número de expertos de distintos ámbitos: Administración sanitaria, sociedades científicas, clínicos de reconocido prestigio internacional, industria farmacéutica, y también los pacientes cardiovasculares a través de Cardioalianza.
Y es que las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en España, en la Unión Europea (UE) y en el mundo, pues suponen el 37,4% del total de los fallecimientos en la UE (datos 2019) y el 26,4% de las muertes en España (datos 2021).
Durante las últimas décadas, muchos gobiernos nacionales han restado prioridad a la salud cardiovascular con la consiguiente reducción de la inversión pública, debido a la creencia errónea de la disminución en su número de muertes, algo que fue así hasta 2015 pero que, desde entonces, se han estancado o incluso han aumentado en algunos países. Ello ha repercutido directamente en un menor apoyo financiero para la investigación y el desarrollo, la infraestructura y prestación de atención sanitaria, la capacidad de personal y el acceso a equipos no ha sido proporcional a la carga que representan las ECV.
El informe señala, por ejemplo, que los infartos de miocardio y los derrames cerebrales contribuyen a la desigualdad en materia de salud tanto dentro de los países europeos como entre ellos, como se refleja en las marcadas diferencias existentes cuando las ECV se clasifican por género, estatus socioeconómico y ubicación geográfica. Asimismo, la falta de mejores políticas para las ECV demuestra que los responsables políticos tienden a priorizar a la población laboralmente activa y a restar importancia a los problemas de salud relacionados con la edad.
España no es ninguna excepción de estas tendencias epidemiológicas y económicas. Según el Instituto Nacional de Estadística de España, 119.196 personas fallecieron en 2021 a consecuencia de enfermedades cardiovasculares, siendo las mujeres las más afectadas, puesto que cada año mueren casi 7.500 mujeres más que hombres en España a causa de enfermedades cardiovasculares. Además, una de cada tres muertes en España puede atribuirse a ECV, convirtiéndolas en la principal causa de muerte y hospitalización, vinculándolas de forma causal a la mortalidad y la discapacidad prematuras.
Asimismo, la carga económica de estas afecciones en España va en aumento: se estima que el coste total relacionado con las ECV se ha incrementado un 20%, pasando de representar 6.400 millones de euros en 2014 hasta 7.700 millones de euros en 2020.
Pasando de las tendencias epidemiológicas y políticas a la respuesta del sistema sanitario, España, y los países europeos en general, se enfrentan a grandes retos para gestionar las enfermedades cardiovasculares de forma eficiente, que giran principalmente en torno a la necesidad de detectar, prevenir y gestionar las afecciones cardiovasculares en todas las personas en riesgo.
En concreto, el Informe destaca que para lograr esta transición y avanzar hacia una mejor salud cardiovascular en España, deben abordarse tres áreas críticas:
- PREVENCIÓN: La identificación de personas en riesgo (p. ej., mediante la detección de factores de riesgo modificables de ECV) y la reconfiguración de las vías de prevención secundaria hacia una gestión colaborativa entre la atención primaria, los hospitales y la asistencia social.
- DATOS: La recopilación de más datos de ECV, de mayor calidad y más fiables/accesibles (especialmente sobre epidemiología, calidad de la atención y patrones de acceso) y su integración en historias clínicas electrónicas en todos los centros de atención.
- EQUIDAD: Adaptar la identificación de las poblaciones en riesgo en la atención primaria y ofrecer programas integrados de prevención secundaria a comunidades vulnerables, teniendo en cuenta los patrones de desigualdad relativos al género, el nivel socioeconómico y la ubicación geográfica
En este sentido, España ha sido el primer país de la UE en aprobar una estrategia nacional sobre salud cardiovascular en la primavera de 2022, la tan esperada “Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (ESCAV)”, demostrando la importancia y la necesidad de abordar activamente y promover la salud cardiovascular. Este hito, sitúa a nuestro país en una posición privilegiada para liderar a nivel europeo la lucha contra las ECV ahora que España asumirá la presidencia del Consejo de la UE en julio de 2023.
En línea con el informe, D. Tomás Fajardo, como presidente de Cardioalianza y paciente que participó en el panel de expertos del Informe, destaca que, “hay que destinar los recursos necesarios a la prevención y promoción de hábitos de vida saludables, impulsando que haya una mejor concienciación por parte de la sociedad y una mejor asistencia sanitaria y social a todos los niveles. Asimismo, y como destaca el informe, es necesario que los Sistemas de Salud pasen de la atención aguda de las ECV en los hospitales a la prevención primaria”, y añade que, “es un logro de todos que la salud cardiovascular vaya a ser una de las prioridades sanitarias a lo largo de la Presidencia europea española, pues tenemos mucho que aportar y puede ser un buen momento para reorientar los recursos sanitarios europeos existentes hacia sistemas sanitarios que sean más equitativos y más orientados a la prevención de todo tipo de enfermedades”.
El Ministro de Sanidad, D. José Miñones, quien participó en el acto de clausura de la presentación del Informe, abogó por ampliar la perspectiva en el abordaje de estas dolencias para contemplarlas desde la óptica de la Salud Pública. «No se trata solo de desarrollar la atención a las afecciones, sino a la salud en conjunto y desde el comienzo, evitando tanto el aumento de enfermedades como de los factores que predisponen a su desarrollo«, manifestó.
NOTA:
- Descarga el Informe “Hacia una mejor salud cardiovascular en España” en este ENLACE.