El hierro es un mineral que se encuentra en cada célula de nuestro cuerpo. Se considera un mineral esencial para fabricar la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo, y la mioglobina, una proteína que provee oxígeno a los músculos. El cuerpo también requiere hierro para elaborar hormonas y tejido conectivo. De este modo, el déficit de hierro puede provocar una reducción del suministro de oxígeno y una utilización deficiente de oxígeno, lo que puede contribuir a la disnea y a la reducción de la capacidad de ejercicio.
El déficit de hierro (DH) es común en la insuficiencia cardíaca crónica, pues se calcula que el 50% de los pacientes con insuficiencia cardiaca (IC) presentan DH. Tener DH en la IC, en presencia o ausencia de anemia, va asociado a la parte inflamatoria de la enfermedad y se asocia con una peor calidad de vida, menor capacidad de ejercicio y peor pronóstico. El problema es que se han dado muchas definiciones de DH, pero falta consenso sobre cuál debe usarse en la práctica clínica para los pacientes con IC.
Así, las guías internacionales sobre insuficiencia cardiaca (IC) definen la DH como ferritina sérica <100 ng/mL o, cuando la ferritina es 100-299 ng/Ml, una saturación de transferrina (TSAT) <20%. Sin embargo, una definición basada principalmente en la ferritina tiene varias limitaciones, pues la mayor parte de la ferritina reside en las células donde se une al hierro para evitar la producción de radicales libres.
Cualquier daño celular, incluida la activación de las vías inflamatorias, puede provocar la liberación de ferritina, con lo que se podría tener altos niveles de ferritina y, a pesar de ello, tener déficit de hierro ya que la IC es un estado inflamatorio. En este sentido, los estudios de observación sugieren que la concentración de hierro sérico y la TSAT podrían estar más altamente asociados a un mejor/peor pronóstico de la IC que la ferritina sérica y que, por tanto, podría ser una mejor guía para saber qué pacientes se benefician del hierro intravenoso.
Para contrastar esta hipótesis, una nueva investigación publicada este mes de febrero en el Journal of the American College of Cardiology, ha evaluado la prevalencia, la relación con las características de los pacientes y los resultados de varias definiciones de DH en una gran cohorte de pacientes con insuficiencia cardíaca del registro regional inglés Hull LifeLab, entre diciembre de 2001 y junio de 2019, que atiende a una población de alrededor de 550.000 habitantes.
En total se analizaron a 4.422 pacientes con los índices de hierro requeridos, con una mediana de edad de 75 años y siendo el 60% hombres. La deficiencia de hierro se definió utilizando los criterios de las directrices internacionales: ferritina inferior a 100 ng/mL, TSAT inferior al 20% y hierro sérico de 13 µmol/L o menos.
Los resultados mostraron que la prevalencia de la DH fue alta, oscilando entre el 44% y el 68%, según la definición. Además, también se observó que la DH fue más frecuente en las mujeres y en aquellas con síntomas más graves, anemia o fracción de eyección preservada (ICFEp).
En general, la mortalidad a 5 años fue del 34,5% (mediana de seguimiento de 49 meses). La mortalidad no ajustada fue menor para los pacientes con una ferritina sérica < 100 ng/mL y un TSAT > 20%, y fue mayor para los que tenían una ferritina sérica > 100 ng/mL con un TSAT < 20%. Así, los resultados mostraron que una TSAT < 20% y un nivel de hierro sérico ≤ 13 μmol/L se asocian con una mayor mortalidad y esto fue independiente del fenotipo de IC. «Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que evalúa sistemáticamente la prevalencia y las implicaciones pronósticas de las diferentes definiciones de DH en todos los fenotipos de insuficiencia cardíaca en una gran población de pacientes con insuficiencia cardíaca crónica«, resaltan los investigadores.
Además, también se pudo comprobar que los niveles de hierro sérico y el TSAT están muy correlacionados entre sí (r = 0,92; P < 0,001). «El hierro sérico está ligado casi en su totalidad a la transferrina y, por lo tanto, no es sorprendente la estrecha asociación entre el hierro grave y el TSAT» indican los autores de este estudio capitaneado por el Dr. Gabriele Masini, de la Universidad de Brescia (Italia).
Los expertos señalan que, «estos hallazgos confirman que el déficit de hierro es común en pacientes con IC, en línea con informes previos. Sin embargo, muchos estudios previos han incluido solo a pacientes con insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida (ICFEr) y evaluaron el DH utilizando solo la definición de la guía«. Además, también se hizo una ampliación del trabajo donde se sugiere que muchos pacientes con fracción de eyección preservada (ICFEp) también tienen déficit de hierro, lo que podría reflejar su edad avanzada, la alta proporción de mujeres y la alta carga de comorbilidad.
Con este trabajo queda reflejado que las diferentes definiciones de DH proporcionan resultados discordantes para la prevalencia y el pronóstico de los pacientes con IC. “Las definiciones que carecen de especificidad pueden atenuar los beneficios del hierro intravenoso observados en los ensayos, mientras que las definiciones que carecen de sensibilidad pueden excluir a los pacientes que deberían recibir hierro intravenoso”, concluyen los expertos en su trabajo.
Fuentes:
- El bajo nivel de hierro se asocia con más supervivencia en pacientes con IC. Redacción Médica. 7 de febrero de 2022. Disponible aquí.
- Gabriele Masini, Fraser J. Graham, Pierpaolo Pellicori, John G.F. Cleland, Joseph J. Cuthbert, Syed Kazmi, Riccardo M. Inciardi, and Andrew L. Clark. Criteria for Iron Deficiency in Patients With Heart Failure. Journal of the American College of Cardiology. 2022 Feb, 79 (4) 341–351. Disponible aquí.