La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo hay 1.280 millones de personas de 30 a 79 años con hipertensión (HTA), y que el 46% de éstos desconocen que la padecen. La HTA se diagnostica y trata en menos de la mitad de los adultos que la presentan (solo al 42%) y se estima que solo uno de cada cinco (el 21%) la tiene bajo control.

La HTA es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular y una de las principales causas de muerte prematura en el mundo. Tener la tensión arterial alta multiplica por seis el riesgo de padecer un ictus y se estima que el 50% de los infartos isquémicos o hemorrágicos tienen como base la presión arterial alta.

Las enfermedades del sistema circulatorio son la primera causa de mortalidad entre las mujeres (262,2 muertes por cada 100.000) y la segunda entre los hombres (241,1) y, dentro de éstas, tienen especial relevancia los accidentes cerebrovasculares, que afectan también en mayor porcentaje a las mujeres.

Si además tenemos en cuenta que aproximadamente una de cada tres mujeres en el mundo tiene HTA , no es de extrañar que la HTA ha sido nombrada el factor de riesgo más importante de muerte para las mujeres en todo el mundo. 

Con motivo del Día Mundial de la Hipertensión (17 de mayo), la Sociedad Europea de Cardiología (ESC en sus siglas en inglés) difundió un comunicado en el que insta a todas las mujeres

a conocer sus niveles de presión arterial para así poder prevenir enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares (ictus), ya que, advierten, el riesgo de enfermedad cardiovascular aumenta a un nivel más bajo de presión arterial en las mujeres en comparación con los hombres.

A pesar de su importancia, sabemos que la hipertensión se subestima con más frecuencia y no se trata, o se trata de manera insuficiente, en las mujeres en comparación con los hombres”, señala en el comunicado la profesora Angela Maas, portavoz de ESC y directora emérita del Programa de Salud Cardíaca de la Mujer del Centro Médico de la Universidad de Radboud (Países Bajos); quien añade que, “una de las razones puede ser que por debajo de los 50 años, la hipertensión es más frecuente en los hombres. Esto se revierte en los años posteriores a la menopausia, de modo que después de los 65 años, la hipertensión es más común en mujeres que en hombres”.

La HTA en la mediana edad es más dañina en las mujeres que en los hombres de edad similar, y es un factor de riesgo más fuerte de padecer un infarto de miocardio, deterioro cognitivo y demencia. La HTA aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca en las mujeres al triple, en comparación con el doble en los hombres, indican los cardiólogos.

De hecho, una de las consecuencias más importantes de la HTA en las mujeres es un tipo de insuficiencia cardiaca en la que el músculo cardiaco está rígido. En este sentido la profesora Maas señala que, “existen pocos tratamientos para esta afección, por lo que, si se quieren evitar síntomas como dificultad de respirar, cansancio y retención de líquidos cuando se tiene más de 70 años hay que empezar a tratar la hipertensión en la mediana edad. Si esperas 20 años, es demasiado tarde”.

Asimismo, los especialistas alertan de que es un error pensar que la HTA no causa síntomas. Pues estos son más pronunciados en las mujeres y pueden confundirse con la menopausia, la ansiedad o el estrés. En este sentido, las mujeres jóvenes y de mediana edad con HTA a menudo informan palpitaciones, dolor en el pecho, dolor entre los omóplatos, dolores de cabeza, dificultad para concentrarse, dificultad para respirar, cansancio, retención de líquidos, falta de sueño, sofocos y sensación de que el sujetador es demasiado ajustado. “Cuando tratamos la hipertensión, desaparecen muchos síntomas erróneamente atribuidos a la menopausia. Los sudores nocturnos pueden ser causados ​​por la presión arterial alta, por ejemplo, por lo que las mujeres con síntomas de la menopausia deben controlar su presión arterial y tratarla si es necesario”, señala la profesora Maas. 

La HTA se define como una presión arterial sistólica de al menos 140 mmHg y/o una presión arterial diastólica de 90 mmHg o superior; pero actualmente se está discutiendo si los valores normales de presión arterial deberían ser más bajos en las mujeres que en los hombres. “Se necesita más investigación antes de que haya algún cambio en las pautas de tratamiento, pero espero que dentro de cinco años el umbral para la presión arterial normal sea más bajo en las mujeres que en los hombres”, manifiesta la representante de la ESC.

Ciertos eventos de la vida predisponen a las mujeres a desarrollar HTA, como tener migrañas desde la adolescencia, tener dos o más abortos espontáneos, hipertensión durante el embarazo (que afecta aproximadamente a una de cada siete mujeres embarazadas) y preeclampsia (una forma más grave de hipertensión durante el embarazo). “Las mujeres tienen más de esos eventos de vida específicos que los hombres. Los médicos pueden usar estas pistas para identificar a las mujeres de mediana edad con mayor riesgo de hipertensión y para señalar que el control de la presión arterial debe tomarse más en serio”, concluye la cardióloga.

Desde Cardioalianza, animamos a que cualquier mujer a partir de los 40 años se mida la tensión arterial al menos de forma anual. La mejor manera de prevenir cualquier factor de riesgo, también la hipertensión, es llevar unos hábitos de vida saludables, lo que incluye realizar ejercicio de forma regular, seguir una dieta nutritiva y equilibrada, reducir el consumo de sal, no fumar, limitar el alcohol y controlar el peso.

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