Hoy en día, numerosas investigaciones respaldan los beneficios de la dieta mediterránea para las personas con riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, un reciente estudio nos ha ofrecido una nueva perspectiva al revelar que la flora intestinal desempeña un papel fundamental en estos beneficios.

Publicado en The American Journal of Clinical Nutrition y desarrollado por el CIBEROBN (Centro de Investigación Biomédica en Red especialistas en la fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición), un equipo de investigadores liderado por la Universidad Rovira y Virgili, este estudio descubrió que seguir una dieta mediterránea baja en calorías junto con la práctica regular de ejercicio físico tiene efectos positivos en la salud cardiovascular.

Estos cambios en el estilo de vida pueden influir en la composición bacteriana del colon y en los metabolitos que se producen allí, representando así un avance significativo en nuestra percepción de cómo los cambios en el estilo de vida pueden afectar a la salud cardiovascular.

La investigación comparó dos estilos de vida en 400 participantes del estudio PREDIMED-Plus, todos ellos con edades comprendidas entre los 55 y 75 años y con un alto riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular. Un grupo siguió una dieta mediterránea baja en calorías combinada con actividad física para perder peso, mientras que el otro grupo siguió una dieta mediterránea sin restricciones ni objetivos específicos.

Se realizó un seguimiento de los pacientes durante un año, recopilando datos al inicio del estudio y al finalizar el año. Se recopilaron datos sobre la dieta, estilo de vida y muestras de las heces, además de evaluar diferentes factores de riesgo cardiovascular como el peso y la presión arterial, entre otros.

Los resultados fueron esclarecedores, ya que el primer grupo experimentó una pérdida significativa de peso y mejoras en varios factores de riesgo cardiovascular en comparación con el segundo grupo.

Además, en el primer grupo se observaron cambios en el metaboloma fecal (contiene información acerca de los metabolitos que se encuentran en el intestino, muchos ellos derivados del metabolismo de la microbiota intestinal) y en la microbiota intestinal, que se relacionaron con los cambios en el peso y en los factores de riesgo cardiovascular.

Este estudio subraya la importancia de adoptar cambios en el estilo de vida y abre la puerta a nuevas oportunidades de investigación centradas en la regulación de la microbiota y el metaboloma fecal. Estos hallazgos pueden conducir al desarrollo de estrategias innovadoras para la mejora de la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares.

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