La menopausia se caracteriza por numerosos cambios hormonales que suponen un aumento significativo del riesgo cardiovascular para la mujer. En el Día Internacional de la Acción por la Salud de las Mujeres, la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) advirtió la importancia de evaluar el riesgo vascular (RV) en las mujeres durante y después de la menopausia.

Durante este período, los niveles de colesterol LDL, conocido como colesterol «malo», aumentan hasta un 10% entre el año anterior y posterior a la menopausia. Por otro lado, el colesterol HDL, considerado un factor protector del riesgo cardiovascular, pierde su efecto beneficioso durante esta etapa. Rosa Argüeso, miembro de la SEA, especialista en Endocrinología, Diabetes, Lípidos y Nutrición Clínica, e investigadora del Hospital Universitario Lucus Agustí (HULA) de Lugo, comenta que “a partir de la menopausia, el RV de las mujeres se equipara al del hombre. La enfermedad vascular en la mujer se retrasa unos 10 años respecto a la del hombre. Pero en la transición a la menopausia la prevalencia llega prácticamente a igualarse”.

Así, Rosa Argüeso insiste en que las mujeres, sobre todo en esta etapa de su vida, deben mantener un estilo de vida saludable para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, realizando ejercicio físico, evitando el consumo de tabaco y alcohol, manteniendo una dieta mediterránea equilibrada y realizando exámenes médicos para controlar el colesterol, la presión arterial y el peso. 

Por otro lado, recientemente, se ha publicado un estudio en el Journal of the American Heart Association, que demuestra que el ciclo menstrual irregular también se asocia con enfermedad cardiovascular (ECV). En concreto, los autores del estudio afirman que el 40% de las mujeres que tienen los ciclos menstruales irregulares, tanto largos (a partir de 35 días) como cortos (de menos de 21 días), tienen más riesgo de fibrilación auricular y un 19% más de enfermedad cardíaca. Mientras que los ciclos menstruales cortos solo se relacionan con mayor riesgo de infarto de miocardio o enfermedad coronaria. Otros estudios previos también han concluido que los ciclos irregulares y prolongados también están asociados a la resistencia a la insulina, presión arterial alta, colesterol alto, inflamación crónica, obesidad, diabetes tipo 2, síndrome de ovario poliquístico y arritmias o latidos cardíacos irregulares.

Estos hallazgos demuestran que las alteraciones en el ciclo menstrual pueden tener consecuencias negativas para la salud cardiovascular de las mujeres. Por eso, los investigadores comentan que se deberían monitorizar estas mujeres para prevenir el riesgo de enfermedad cardiovascular y fibrilación auricular. Además, recalcan que se deberían abrir vías de prevención del infarto de miocardio, la fibrilación auricular y la enfermedad coronaria en mujeres con ciclos irregulares. Los autores piden que se siga investigando, ya que este es el primer estudio que examina las relaciones entre el ciclo menstrual de las mujeres y el riesgo de fibrilación auricular.  

En conclusión, la menopausia y los ciclos menstruales irregulares, caracterizados por cambios hormonales, se relacionan con un aumento del riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV). Para ello, es imprescindible que las mujeres que experimentan estos cambios hormonales sigan un estilo de vida saludable y se sometan a controles médicos periódicos para prevenir enfermedades cardíacas y mejorar su salud cardiovascular.

Fuentes:

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies