En el marco del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología se dieron a conocer los resultados del estudio SECURE, publicados en The New England Journal of Medicine (NEJM), que demuestran que la polipíldora disminuye un 33% la mortalidad cardiovascular tras sufrir un infarto de miocardio, frente al tratamiento habitual.

Después de un infarto, a los pacientes se les recetan medicamentos para prevenir futuros eventos cardiovasculares. El tratamiento normalmente incluye un antiplaquetario, un medicamento para reducir los lípidos y un medicamento para bajar la presión arterial y estabilizar los vasos sanguíneos. Sin embargo, el problema es que existe una baja adherencia terapéutica por parte de los pacientes, ya que menos del 50 % de los pacientes después de un infarto toman todos sus medicamentos de manera constante.

Con el objetivo de mejorar la adherencia y el cumplimiento en la toma de la medicación de estos pacientes, nace la polipídora. Se trata de una sola pastilla que incluye los tres medicamentos clave recetados a pacientes que han sufrido un infarto de miocardio: ácido acetilsalicílico, un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) -para reducir la presión arterial- y una estatina – para reducir los lípidos y colesterol-.

La mayoría de los pacientes se adhieren por completo después de un evento agudo, pero esto desaparece después de los primeros seis meses. Queríamos tener un impacto desde el principio, mientras todos los pacientes son adherentes. De hecho, la mayoría de los pacientes en el ensayo comenzaron con la polipíldora en la primera semana después de su infarto de miocardio”, explica el investigador principal del estudio SECURE, el Dr. Valentí Fuster, director general del CNIC, Director del Mount Sinai Heart y Director Médico del Hospital Monte Sinaí.

El estudio SECURE fue el primer ensayo aleatorizado en estudiar el impacto de una polipíldora en los eventos cardiovasculares recurrentes en los pacientes que habían sufrido un infarto.  El trabajo coordinado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) incluyó a 2.499 pacientes de 7 países europeos distintos (España, Italia, Alemania, República Checa, Francia, Polonia y Hungría), que habían sufrido un infarto de miocardio en los últimos 6 meses, a los que se asignó de forma aleatoria o bien recibir el tratamiento estándar (toma de la medicación por separado) o bien la polipíldora (toma de la medicación en una sola pastilla). La edad promedio de los participantes fue de 76 años y el 31% eran mujeres. Un 77,9% tenía hipertensión, el 57,4% diabetes y el 51,3% antecedentes de tabaquismo.

El objetivo del estudio fue analizar el número de eventos cardiovasculares mayores (muerte por causas cardiovasculares, infarto de miocardio no mortal, ictus o revascularización urgente) que se produjeron en los 2.499 pacientes de la muestra, a lo largo de un seguimiento medio de tres años.

Los resultados de la investigación evidenciaron una disminución del riesgo acumulado de presentar estos cuatro eventos del 24% en los pacientes que recibieron la polipíldora frente a los que continuaron tomando el tratamiento por separado de forma habitual.

En concreto, constataron que la reducción más notable (de un 33%) se produjo en la muerte cardiovascular, pues hubieron 71 casos (5,8%) en el grupo de tratamiento de forma individual y 48 casos (3,9%) en el grupo de polipíldora. El criterio de valoración secundario, que incluía muerte cardiovascular, infarto de miocardio no mortal e ictus, ocurrió en 101 pacientes (8,2%) en el grupo de polipíldora frente a 144 (11,7%) en el grupo de tratamiento habitual.

La mortalidad por todas las causas fue similar en ambos grupos y se observó que los pacientes del grupo de la polipíldora presentaban niveles más altos de adherencia en comparación con los del grupo con medicación habitual.

Los resultados del SECURE revelan, por primera vez, que la polipíldora que contiene aspirina, atorvastatina y ramipril logra reducciones clínicamente relevantes en los eventos cardiovasculares recurrentes en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio”, destaca el Dr. Fuster como investigador principal del ensayo; quién añade que, “estos hallazgos sugieren que una polipíldora podría convertirse en una parte integral de las estrategias para prevenir eventos cardiovasculares en pacientes que han sufrido un infarto. Al simplificar el tratamiento y mejorar la adherencia, este enfoque tiene el potencial de reducir el riesgo de enfermedad recurrente y muerte cardiovascular a escala mundial”.

La adherencia al tratamiento después de un infarto agudo de miocardio es esencial para una prevención secundaria eficaz. La polipíldora, por ser una estrategia muy sencilla que aúna tres de los tratamientos basales en este tipo de pacientes, ha demostrado su valor ya que el aumento de la adherencia implica que los pacientes están siendo mejor tratados y, gracias a ello, tienen un menor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares”, subraya el Dr. José María Castellano, director científico de la Fundación de Investigación HM Hospitales y primer autor de la publicación.

 

FUENTES:

  • Castellano JM, Pocock SJ, Bhatt DL, y cols.; SECURE Investigators Polypill strategy in secondary cardiovascular prevention. The New England Journal of Medicine. 26 Ago 2022. doi: 10.1056/NEJMoa2208275. Disponible en: https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2208275

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