La campaña de vacunación de la gripe ha arrancado pronto este año (entre el 26 de septiembre y el 17 de octubre) ya que, al coincidir temporalmente con la pandemia de la COVID-19, se pretende evitar complicaciones en los grupos de mayor riesgo en caso de contraer ambas enfermedades, ya que el riesgo de muerte es más del doble si una persona enferma por gripe y COVID-19.

La gripe es una enfermedad infecciosa respiratoria causada por un virus cuya máxima incidencia se observa en los meses de otoño e invierno. Se trata de un importante problema de salud, tanto por su alta letalidad como por las complicaciones que puede ocasionar y los costes económicos y sociales que genera.  A nivel mundial se estima que cada año mueren hasta 650.000 personas por causas relacionadas con la gripe. En España, durante la temporada 2019-2020, 619.000 personas acudieron a las consultas de atención primaria por gripe, hubo 27.700 hospitalizaciones con gripe confirmada por ensayos de laboratorio, 1.800 ingresos en la UCI y 3.900 muertes asociadas a la gripe.

Al tratarse de una enfermedad vírica los antibióticos no son efectivos para combatirla, por lo que la vacunación es la medida más eficaz para prevenir su la infección y la aparición de complicaciones. En este sentido, en la temporada 2019-2020 la vacunación evitó el 26% de las hospitalizaciones, el 40% de los ingresos en UCI y el 37% de las defunciones atribuibles a la gripe en las personas de 65 años y mayores.

Aunque cualquier persona puede padecer complicaciones tras una gripe (como neumonía, otitis, sinusitis, etc. o empeoramiento de la enfermedad previa), éstas son más frecuentes en personas mayores o con algún factor de riesgo de complicaciones. Hay que tener en cuenta que el 80% de los casos graves hospitalizados y el 95% de las muertes ocurrieron en la temporada 2019-2020 en personas con algún factor de riesgo de complicaciones, como enfermedad respiratoria, obesidad, diabetes o inmunodeficiencias; siendo la enfermad cardiovascular la complicación más frecuentemente relaciona con las hospitalizaciones por gripe (34%).  Y es que la gripe agrava los síntomas en pacientes con insuficiencia cardiaca y multiplica por nueve la probabilidad de desarrollar un infarto. Asimismo, las personas con enfermedad cardiaca crónica tienen más probabilidad de desarrollar una neumonía por neumococo.

De esta forma, la vacunación antigripal tiene como objetivo reducir la mortalidad y morbilidad asociada a la gripe y el impacto de la enfermedad en la comunidad, por ello las autoridades sanitarias recomiendan la vacunación frente a la gripe en los siguientes 4 grupos de población:

  1. Personas mayores, preferentemente a partir de los 65 años de edad. Se hará especial énfasis en aquellas personas que conviven en instituciones cerradas.
  2. Personas entre los 6 meses y los 65 años de edad que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe por presentar alguna condición o enfermedad de base.
  3. Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones.
  4. Personal sanitario y sociosanitario, así como personas que trabajan en servicios públicos esenciales.

Los objetivos para la temporada 2022-2023 son alcanzar o superar coberturas de vacunación del 75% en mayores, preferentemente a partir de 65 años y en el personal sanitario y sociosanitario, así como superar el 60% en embarazadas y en personas con condiciones de riesgo. Estos objetivos están en consonancia con los establecidos por la Organización Mundial de la Salud y por la Comisión Europea de lograr coberturas de, al menos, el 75% en mayores y aumentar las coberturas de vacunación en profesionales sanitarios y grupos de riesgo.

A pesar de que la gripe es más común, no debemos olvidar que la neumonía sigue siendo la primera causa de muerte por infección y que provoca la muerte al 5% de los pacientes que ingresan por esta infección en el hospital y al 20% de los que ingresan en la UCI. Suele estar producida por virus o por bacterias, aunque la causa más frecuente de neumonía en adultos es una bacteria llamada neumococo (Streptococcus pneumoniae). Según indica la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), el 13% de pacientes de neumonía sufren un evento cardiovascular (como arritmia, infarto, angina, edema de pulmón o ictus) en el primer mes, y el 9%, en el año siguiente.

Por ello, es importante seguir con el calendario de vacunación que recomienda la administración de la vacuna del neumococo a partir de los 65 años y entre aquellas personas con riesgo de complicaciones, al igual que la gripe. En cuanto a los pacientes cardiovasculares, la vacunación antineumocócica ha demostrado reducir de forma significativa el número de eventos cardiovasculares al año de seguimiento (muerte u hospitalización por síndrome coronario agudo, por insuficiencia cardíaca o por ictus).

Como pacientes debemos corresponsabilizarnos del cuidado de nuestra propia salud y, por ello, desde Cardioalianza tenemos el compromiso y responsabilidad ética de trasladar a la población y especialmente a las personas con enfermedades cardiovasculares la importancia que tiene la vacunación contra la gripe y el neumococo para preservar nuestra salud y la de los más vulnerables.

Por ello, Cardioalianza lanza una encuesta online para conocer cuál es el grado de vacunación de las personas que tienen algún tipo de enfermedad circulatoria en nuestro país. Si eres uno de ellos, por favor, te animamos a colaborar en la encuesta ya que los resultados nos servirán para tener una radiografía más cercana del nivel de vacunación y poder diseñar campañas de prevención teniendo en cuenta la situación actual.  Te dejamos, a continuación, el enlace a la encuesta:

ENCUESTA SOBRE VACUNACIÓN

Fuentes:

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