Aterosclerosis
La aterosclerosis es una afección que se desarrolla lentamente, a medida que el colesterol, la grasa y otras sustancias se van acumulando en la pared de las arterias formando la denominada “placa de ateroma”.
¿Qué es la aterosclerosis?
La aterosclerosis es el término que se utiliza para referirse al engrosamiento y endurecimiento de las arterias, que son los vasos sanguíneos que transportan la sangre desde el corazón al resto del cuerpo.
La aterosclerosis, o endurecimiento de las arterias, se produce lentamente a medida que se va formando una placa de ateroma que es el término de recibe la acumulación de grasa, colesterol, calcio y otras sustancias que se encuentran en la sangre, y que se forma en las paredes internas de las arterias.
Con el paso del tiempo, esta placa se va acumulando y endureciendo hasta que acaba colapsando y estrechando las arterias, impidiendo que la sangre rica en oxígeno fluya correctamente del corazón hacía los órganos y tejidos de nuestro cuerpo.
Se trata de una enfermedad crónica, generalizada y progresiva que afecta sobre todo a las arterias de mediano tamaño y que, en general, suele progresar sin ningún síntoma hasta que provoca un evento cardiovascular aterosclerótico, por ejemplo, un infarto, una angina de pecho o un ictus.
Diferencia entre aterosclerosis y arterioesclerosis
Es la condición más general para referirse al “endurecimiento” de las arterias y puede deberse, entre otras, a causas naturales como la edad.
Aterosclerosis
Es un tipo de arterioesclerosis producida por una acumulación de sustancias (placa de ateroma) en la pared interior de las arterias; Es mucho más peligrosa, ya que, además de endurecer las arterias, puede bloquear parcial o completamente el flujo de sangre.
Causas de la aterosclerosis
La principal causa de la aterosclerosis es tener el colesterol “malo” (LDL) elevado, que conlleva la formación de placa de ateroma y el endurecimiento prematuro de las arterias.
En la mayoría de los casos, el colesterol es consecuencia de una dieta poco saludable y una vida sedentaria, aunque también puede tener un origen genético.
También existen otros factores de riesgo cardiovascular que pueden contribuir a la formación de placa en las arterias, como, por ejemplo:
Diabetes
Hipertensión arterial
Dieta poco saludable
Sedentarismo
Sobrepeso y obesidad
Tabaquismo
Edad avanzada
Antecedentes familiares (hipercolesterolemia familiar)
La hipercolesterolemia familiar (HF) es una enfermedad genética que provoca niveles muy altos de colesterol, y por tanto mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular aterosclerótica de forma temprana.
Cómo se trata
Para combatir la enfermedad ateroesclerótica, principalmente es necesario:
Práctica regular de actividad física
Ayuda a bajar de peso y evita la acumulación de grasa en las arterias.
Dieta saludable
Basada en la ingesta de frutas, verduras, pescado, cereales y aceite de oliva (dieta mediterránea), evitando las comidas precocinadas y alimentos ricos en grasa animal.
Control de otros factores de riesgo
Es necesario mantener controlados el colesterol, la diabetes, la hipertensión arterial y tabaco, entre otros.
Tratamiento farmacológico
Puede ser necesario recurrir al uso de medicamentos para la reducción de los niveles de colesterol (ej. estatinas, inhibidores de la absorción de colesterol, quelantes de ácidos biliares o Inhibidores de la proproteína convertasa subtilisina/ kexina 9-), la reducción del riesgo de complicaciones (ej. antiplaquetarios o anticoagulantes-), o la reducción de la presión arterial (ej. inhibidores de la ECA, betabloqueantes o bloqueantes de los canales de calcio).
Tratamiento quirúrgico
Puede que sea necesario realizar algún procedimiento quirúrgico como la angioplastia y colocación de stent, una cirugía de bypass, etc.
El tratamiento siempre debe ser pautado por un médico especialista tras la realizar los exámenes y pruebas oportunas.
El colesterol como principal factor que causa la aterosclerosis
El colesterol es una sustancia grasa (lípido) que transporta la sangre y que está presente en todas las células del organismo. El colesterol se transporta en sangre unido a varias lipoproteínas, entre las que destacan dos: las lipoproteínas de baja densidad (LDL o Low density lipoproteins), y las lipoproteínas de alta densidad (HDL o High density lipoproteins).
«Colesterol bueno»
Las HDL recogen el colesterol no utilizado y lo devuelven al hígado para su almacenamiento o excreción a través de la bilis, por ello se la denominan “colesterol bueno”.
«Colesterol malo»
Las LDL transportan el colesterol desde el hígado a todas las células del organismo y reciben el nombre de “colesterol malo” porque su acumulación en sangre de manera persistente puede producir placas de ateroma en la pared de las arterias.
Las cifras del colesterol
Las personas con niveles de colesterol total en sangre de 240 mg/dl tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200 mg/dl. Así, si los niveles superan 200 mg/dl se aconseja la realización de un estudio más profundo para medir las distintas fracciones de colesterol o perfil lipídico.
El valor ideal debe ser superior a 30/40 mg/dL en el hombre y 40/50 mg/dL en la mujer, indistintamente de que la persona esté sana o sea ya paciente cardiovascular ateroesclerótico, es decir, que ya haya sufrido un evento.
El valor depende del perfil de riesgo de cada paciente. Las personas que han sufrido un evento cardiovascular aterosclerótico (infarto, angina de pecho, ictus, etc.) se consideran de muy alto riesgo. Tu médico determinará tu perfil de riesgo.
Valores LDL ideales en función del riesgo cardiovascular
Tu profesional sanitario evaluará cuál es tu perfil de riesgo utilizando un sistema de puntuación llamado SCORE (Systemic Coronary Risk Estimation), que calcula el riesgo a 10 años de enfermedad cardiovascular mortal. Dependiendo del resultados se clasifican cuatro perfiles de riesgo:
Muy alto riesgo: personas que ya han sufrido un evento cardiovascular (infarto, ictus, angina de pecho, etc.). SCORE ≥ 10%.
Los niveles de LDL deben reducirse al menos un 50 % y deben ser inferiores a 55 mg/dl en pacientes de muy alto riesgo, incluso por debajo de 40 mg/dl en aquellos casos que han presentado un segundo evento en dos años.
Alto riesgo: personas con factores de riesgo muy elevados, especialmente el colesterol. Personas con HF o con diabetes de más de 10 años u otro factor de riesgo adicional. SCORE entre el 5 y el 10 %.
Los niveles de LDL deben reducirse al menos un 50 % y deben ser inferiores a 70 mg/dl en pacientes de riesgo elevado.
Riesgo moderado: pacientes jóvenes (<50 años) con diabetes de más de 10 años sin otros factores de riesgo. SCORE entre el 1 y el 5 %.
Los niveles de LDL deben reducirse hasta estar por debajo de 100 mg/dl en pacientes de riesgo moderado.
Bajo riesgo: SCORE < 1%.
Los niveles de LDL deben reducirse hasta estar por debajo de 116 mg/dl en pacientes de riesgo bajo.
¿Qué puedes hacer para reducir el riesgo de aterosclerosis?
La mejor estrategia es llevar un estilo de vida saludable y control de los factores de riesgo. ¿Cómo? Sigue los siguientes consejos.
Deja de fumar
Sigue una dieta variada y equilibrada, baja en grasas, sal y azúcares. (Ej. Dieta mediterránea)
Practica ejercicio o actividad física de forma regular (30 minutos al día)
Mantén un peso saludable
Controla la presión arterial
Controla tus niveles de colesterol
Controlar los niveles de azúcar en la sangre
Evita el estrés