Los pacientes con enfermedad cardiovascular –la primera causa de mortalidad en España– quieren información fiable y personalizada sobre su enfermedad, sin paternalismos, con herramientas necesarias a su disposición en el Sistema Nacional de Salud para poder ser agentes activos de su propia dolencia.

Así lo ponen de manifiesto con motivo del Día Mundial del Corazón, que celebra la Federación Mundial del Corazón en más de 100 países de todo el mundo. Este año, el lema elegido ha sido ‘Potencia tu vida’ (Power your life), que pone el acento en la importancia que tienen pequeños gestos cotidianos como comer y beber de forma más sana, hacer ejercicio y abandonar el tabaco para lograr reducir los 17,5 millones de muertes anuales prematuras por enfermedad cardiovascular que se registran en todo el mundo.

Como recuerda Maite San Saturnino, presidenta de Cardioalianza, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un conjunto de patologías diferentes, como la cardiopatía coronaria, la enfermedad cerebrovascular, las cardiopatías congénitas, la insuficiencia cardíaca, la trombosis venosa profunda o la embolia pulmonar.

En el año 2014 tres de cada 10 muertes registradas en España (29,66%) se debieron a una enfermedad cardiovascular, según un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado en marzo de 2016[i]; por delante del cáncer y de las enfermedades respiratorias. Con más de 100.000 muertes anuales, estas patologías son la primera causa de hospitalización.

“Lo positivo es que la mayoría de estas patologías podrían prevenirse actuando sobre los llamados factores de riesgo, como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física, la hipertensión arterial, la diabetes y el aumento de los lípidos. Tenemos un reto importante como sociedad y es nuestra responsabilidad actuar ya”, subraya San Saturnino.

Mortalidad a la baja

Dña. Paloma Casado, Subdirectora General de Calidad y Cohesión del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI), recordaba precisamente la semana pasada en el II Congreso de pacientes cardiovasculares que Cardioalianza celebró en Girona que, a pesar de la elevada prevalencia de los factores de riesgo evitables, “tras décadas de incrementos continuados, la mortalidad prematura por cardiopatía isquémica se ha reducido a la mitad en España, tanto en hombres como en mujeres”.

A su juicio, “las estrategias de prevención primaria y secundaria han sido eficaces a nivel poblacional y deben continuar en el futuro, puesto que aún quedan oportunidades de mejora, por ejemplo, en el control de tabaquismo (prevalencia creciente en mujeres en edades medias, deshabituación en grandes fumadores, o alta prevalencia en jóvenes de ambos sexos) y en la detección, tratamiento y control del riesgo vascular elevado”.

El Dr. Ramón Brugada, Director del Centro de Genética Cardiovascular del Instituto de Investigación Biomédica de Girona y otro de los ponentes del congreso, coincide en la importancia de la prevención. “Los factores de riesgo del infarto, principal causa de la muerte súbita, son archiconocidos. Salvo una parte relacionada con la genética, que no se puede modificar, el resto son factores que se pueden manejar y prevenir, como la diabetes, el colesterol, la hipertensión, la obesidad, el tabaquismo o el sedentarismo”, subraya el cardiólogo del Hospital Universitaria Dr. Josep Trueta de Girona.

Un papel más protagonista

“Las asociaciones de pacientes estamos impulsando el cambio necesario que necesita el Sistema en relación al mayor empoderamiento del paciente y demandamos tener un papel protagonista en la planificación de las políticas sanitarias, su seguimiento y evaluación, como agentes activos del Sistema que venimos a complementar la cartera pública de servicios, con información, orientación u ofreciendo rehabilitación cardiaca, entre otros servicios”, apunta por su parte la presidenta de Cardioalianza.

San Saturnino aboga por “una humanización de la sanidad, dejando atrás el histórico paternalismo, para conseguir una relación de igual a igual entre médico y paciente. Este cambio de paradigma en la relación médico-paciente hace necesario también incorporar planes de formación dirigidos a los profesionales sanitarios para darles herramientas y habilidades que potencien y mejoren la comunicación con los pacientes”.

Cardioalianza, miembro del comité técnico de la Estrategia Nacional de Cardiopatía Isquémica, considera que es clave definir mejor las rutas asistenciales del paciente cardiovascular y “reclama que los profesionales de Enfermería asuman el rol de gestor del paciente, al tiempo que se organizan los servicios de proximidad para el paciente, teniendo en cuenta el papel del farmacéutico comunitario como agente clave en el control de las enfermedades crónicas”, en palabras de Tomás Fajardo, secretario de la Junta Directiva de Cardioalianza.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares (ECV), es decir, del corazón y de los vasos sanguíneos, son la principal causa de muerte en el mundo, aunque la mayoría de ellas podrían prevenirse actuando sobre los factores de riesgo modificables; responsables de aproximadamente un 80% de los casos de cardiopatía coronaria y enfermedad cerebrovascular y hasta el 90% de los infartos, según estima la Sociedad Española de Cardiología (SEC)[ii].

Como recuerda el Dr. Brugada, realizar ejercicio físico al menos 30 minutos al día, no fumar, no abusar del alcohol, seguir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y pescado azul, reducir el consumo de grasas saturadas y de sal son hábitos clave para prevenir las enfermedades del corazón. En este sentido, desde Cardioalianza, Maite San Saturnino aboga por que el Sistema Nacional de Salud invierta más recursos en prevención para evitar el coste social que provocan estas patologías.

En el caso de las cardiopatías congénitas, por ejemplo, ha recordado San Saturnino, algunos padres se ven obligados a dejar de trabajar para cuidar a sus hijos. Mientras que en el caso de las patologías de los adultos, como la insuficiencia cardiaca crónica, “en la mayoría de los casos es la pareja o los hijos del paciente quien está asumiendo los cuidados necesarios”.

Entre las reclamaciones de los pacientes en este día mundial destaca además una defensa encendida de la equidad en todo el territorio nacional, así como la implantación de la rehabilitación cardiaca en todos los hospitales. “El diagnóstico de las enfermedades cardiovasculares tiene un alto impacto emocional para el paciente y su familia y el Sistema no está preparado para cubrir esta necesidad”, concluye Fajardo.

[i] Informe INE 2014. Se puede consultar en: http://www.ine.es/prensa/np963.pdf

[ii] Informe Sociedad Española de Cardiología (SEC) abril 2016. Se puede consultar en http://secardiologia.es/comunicacion/notas-de-prensa/notas-de-prensa-sec/7266-la-enfermedad-cardiovascular-encabeza-la-mortalidad-en-espana

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