Son varios los estudios que han relacionado estados de ánimo como la ira, la hostilidad, la depresión o la ansiedad con un aumento del riesgo de padecer enfermedad cardiovascular. Ahora, un reciente trabajo realizado por investigadores del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Severo Ochoa de Madrid publicado en el e-Congreso de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) demuestra que la depresión y la percepción del estado de salud mental del paciente que ha sufrido un evento cardiovascular es un indicador predictor de recurrencia de un nuevo episodio cardiaco.
Para ello, los investigadores hicieron un seguimiento de 506 días sobre el estado de salud mental y los factores psicosociales de 69 pacientes que habían estado ingresados en la planta de Cardiología del Hospital Universitario Severo Ochoa de Madrid.
Los datos se obtuvieron mediante la realización de distintos cuestionarios: HAD (valoración de depresión y ansiedad), Charlson (comorbilidades), Barthel (dependencia) y SF12 (cuestionario sobre calidad de vida relacionada con la salud) y se recogieron datos sobre los factores psicosociales de cada persona (convivencia, ingresos económicos, contactos sociales, equipamiento, educación). Seguidamente, se cruzaron estos datos con el número de eventos de recurrencia cardiovascular que tuvieron estos pacientes (reingresos no programados, insuficiencia cardiaca, síndrome coronario agudo y muerte).
La edad media de los pacientes de la muestra fue de 72,9 años y, de acuerdo con los test realizados, el 18,8% de los pacientes sufrían depresión. El 33,3% de los pacientes presentaron un evento o más durante el seguimiento, ocurriendo de forma temprana (mediana de 139 días) y los principales factores determinantes de estos eventos recurrentes fueron el índice de comorbilidad de Charlson (es decir, la presencia de otras enfermedades concomitantes), la depresión (evaluada por test HAD) y la percepción de salud mental valorada por SF12. Otros factores predictores fueron la presencia de disfunción sistólica del ventrículo izquierdo, el mayor grado de dependencia valorado por Barthel y la presencia de fibrilación auricular.
Para mejorar el estado de salud mental y la percepción de la calidad de vida del paciente, es necesario impulsar la promoción del autocuidado del paciente, que pasa porque los pacientes sean conscientes de su enfermedad y ofrecerles la ayuda psicológica que necesiten. Así, este trabajo evidencia la necesidad de fomentar la implantación de estos programas educativos y de apoyo psicosocial para mejorar los resultados en prevención cardiovascular secundaria.
Fuentes:
- Redacción Médica. Noviembre 2020. Confirmada la relación entre depresión y recurrencia de eventos cardíacos. Disponible aquí.
- Díaz Ortiz, Julia María; Morales Martínez, Teresa; Gascueña Rubia, Raúl; Jiménez Virumbrales, David y Gómez Diego, Julia. Depresión y estado de salud mental percibida como predictores de recurrencia de eventos cardiovasculares. Comunicación 5009 e-Congreso SEC. noviembre 2020. Disponible aquí.