• Las principales sociedades científicas y médicas españolas, junto con representantes de pacientes, han solicitado al Gobierno que incorpore las enfermedades cardiovasculares como una prioridad política en la agenda de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que comenzará en julio.
  • Coinciden en la necesidad de visibilizar y priorizar el abordaje de estas enfermedades, y denuncian la falta de atención a este ámbito en los preparativos de la Presidencia.

Madrid, 18 de abril de 2023.- Las principales sociedades científicas y médicas y organizaciones representativas han realizado un llamamiento conjunto al Gobierno para que incluya como prioridad política de la Unión Europea el fomento de la salud cardiovascular, para así “atajar el mayor problema de salud del continente” europeo.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas, la Sociedad Española de Cardiología, la Fundación Española del Corazón, CardioAlianza, la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular, la Fundación Cirugía y Corazón y la EU Structural Heart Disease Coalition solicitan así al nuevo ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, que se asegure de que la salud cardiovascular figure entre las prioridades en materia de salud de la próxima presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que actualmente se encuentra en fase de preparativos y comenzará en julio de este año.

Los expertos recuerdan que las enfermedades cardiovasculares afectan en torno al 10% de la población española y constituyen la primera causa de muerte y de ingreso hospitalario en nuestro país. “Cada 4 minutos fallece una persona en España por enfermedad cardiovascular”. Ante su gravedad, reclaman que “la mejora de la salud cardiovascular debería ser una prioridad política, social y económica en un país de creciente envejecimiento como España”.

Durante el acto de presentación del comunicado, que ha tenido lugar este martes, representantes de todas las organizaciones firmantes han destacado la importancia de mejorar la planificación actual. Según Tomás Cobo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, “este llamamiento conjunto demuestra la gran preocupación que existe en la sociedad civil por abordar los principales problemas de salud de la población”. Por su parte, Julián Pérez-Villacastín, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, ha subrayado que “es una urgencia” convertir la salud cardiovascular en una prioridad política en materia de sanidad, y ha lamentado que no figure todavía en los preparativos de la Presidencia española.

En palabras de Andrés Íñiguez, presidente de la Fundación Española del Corazón, “hace más de un año que se elaboró la Estrategia de salud cardiovascular del Sistema Nacional de Salud”, pero no se ha realizado “ninguna actuación concreta”. Según reza el comunicado, la propia Estrategia incorpora medidas en cuatro patologías principales (cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular y valvulopatías), pero preocupa “la falta de avances tangibles en la mejora de la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades cardiovasculares” y “el nulo desarrollo” de la Estrategia. Para Íñiguez, “la estrategia de salud no solo debe implicar la mejora de los cuidados agudos, y de la cronicidad de las patologías cardiovasculares, sino sobre todo priorizar aquellas actuaciones dirigidas a reducir el impacto adverso de las enfermedades cardiovasculares y promover una mejor salud cardiovascular”.

Los pacientes con patologías cardiovasculares, liderados por Maite San Saturnino, presidenta de CardioAlianza, reclaman que se dediquen los recursos adecuados para la prevención y la promoción de hábitos saludables mediante una mayor concienciación, así como la mejora de la asistencia social y sanitaria a todos los niveles. Es por ello por lo que convirtiendo la salud cardiovascular en una prioridad política durante la Presidencia “lograríamos una mayor visibilidad, atención y recursos de todas las administraciones europeas y españolas para atajar este gran problema de salud”, concluyó Paulino Cubero, representante de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas. “Debemos promover el ejemplo de la Estrategia en Salud Cardiovascular española en toda Europa, y asegurar su implementación”, insistió.

Según expresan los expertos en el comunicado, numerosas entidades de otros países ya han demandado “una mayor atención política a estas enfermedades mediante un Plan europeo” en salud cardiovascular, pero reconocen que es necesario un “impulso político claro” en el que el papel del Gobierno de España durante la presidencia europea juega un rol determinante “por responsabilidad, coherencia y urgencia social”.

Por todo ello, “exigimos que durante la presidencia española de la Unión Europea se contemplen las enfermedades cardiovasculares como el mayor problema de salud”, zanjó Íñiguez.

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