El Hospital de Sant Pau de Barcelona ha sido uno de los primeros centros hospitalarios en realizar una reparación transcatéter de la válvula tricúspide del corazón a través del sistema de reparación PASCAL; un procedimiento mínimamente invasivo que tiene como objetivo reparar la válvula dañada de aquellos pacientes con insuficiencia tricúspidea, mejorando el pronóstico y calidad de vida de estos.
Aunque se conoce como la “válvula olvidada”, la regurgitación de la válvula tricúspide es una enfermedad común entre la población general, cuya prevalencia aumenta significativamente a partir de los 60 años, afectando a más del 13% de las personas mayores de 75 años. Se trata de una valvulopatía cardíaca causada por la disfunción de la válvula tricúspide, que puede provocar daños irreversibles y graves consecuencias para la salud y la calidad de vida de los pacientes, e incluso mortal si no se trata a tiempo.
La válvula tricúspide separa la cámara inferior derecha (ventrículo derecho) de la cámara superior derecha del corazón (aurícula derecha). La regurgitación tricúspidea es un trastorno en el cual esta válvula no se cierra apropiadamente, provocando que cierta cantidad de sangre vuelva a fluir hacia la cámara superior derecha del corazón (aurícula) cuando la cámara inferior derecha (ventrículo) se contrae, es lo que se conoce como regurgitación.
La sangre que refluye hacia la aurícula derecha, hace aumentar el volumen sanguíneo en el interior de esta cavidad y provoca que el corazón bombee una menor cantidad de sangre a través del corazón y hacia el resto del cuerpo. Ello acaba provocando que la aurícula derecha se agrande y también aumenta la presión sanguínea en ella y en las grandes venas que entran en ella desde el cuerpo.
Se trata de una valvulopatía de difícil diagnóstico ya que no suele causar síntomas, aunque en ocasiones provoca palpitaciones en el cuello a causa de la elevada presión en la aurícula derecha, disminución de la diuresis (cantidad de orina), fatiga, cansancio, hinchazón generalizada, hinchazón del abdomen, hinchazón de los pies y de los tobillos, debilidad, etc. Como consecuencia, la enfermedad a menudo se diagnostica en una fase avanzada.
Un indicador claro de la valvulopatía puede ser la detección de un soplo cardíaco, lo que ocurre tras la auscultación con un fonendoscopio. En este caso, el paciente debe ser remitido a un cardiólogo que le realizará un ecocardiograma para confirmar el diagnóstico. Por último, un equipo de profesionales en cardiología decidirá la opción de tratamiento más adecuada basándose en directrices científicas y según el perfil del paciente.
La mayoría de las afecciones de la válvula tricúspide son problemas mecánicos que no pueden tratarse de forma adecuada solo con medicamentos farmacológicos, con lo que a la larga requerirán de cirugía para disminuir los síntomas y el riesgo de complicaciones, como insuficiencia cardíaca.
El problema de la reparación de la válvula tricúspide es que se trata de una intervención compleja. Solo el 1% de pacientes son elegibles para la cirugía tradicional, por lo que este nuevo tratamiento transcatéter y mínimamente invasivo, es una nueva opción para aquellas personas que sufren regurgitación de válvula tricúspide y no son candidatos a cirugía.
La reparación transcatéter de la válvula tricúspide no requiere de cirugía, sino que es un procedimiento mínimamente invasivo. Se inserta un catéter a través de una pequeña incisión en la ingle que comunica hasta el corazón para realizar la reparación de la válvula tricúspide. La reparación se realiza mediante la implantación de un dispositivo que sujeta suavemente las valvas de la válvula, llena el área del orificio regurgitando y reduce la fuga de sangre en dirección contraria a través de la válvula tricúspide.
Las ventajas de las terapias transcatéter mínimamente invasivas son que permiten una más pronta recuperación, reducen la duración de la estancia hospitalaria y posibilitan que los pacientes vuelvan a su vida normal más rápidamente. Así lo describe el Dr. Dabit Arzamendi, cardiólogo de la Unidad de Hemodinámica del Servicio de Cardiología del Hospital de Sant Pau, «La válvula tricúspide, conocida como la válvula olvidada, sigue siendo un verdadero desafío. Es frágil, compleja y de difícil acceso y pocas opciones de tratamiento a pesar de la carga de la enfermedad. Se necesitan más alternativas y este nuevo tratamiento transcatéter de reparación de válvulas representa una nueva esperanza para pacientes que sufren esta seria patología«.
Fuentes:
- Diario Médico. Un dispositivo transcatéter repara la válvula ‘olvidada’ sin intervenir a corazón abierto. Septiembre 2021. Disponible aquí.