Desde el inicio de la distribución de las vacunas contra la COVID-19, ha habido mucha especulación sobre la eficacia y los posibles efectos secundarios. Aunque se han realizado varios estudios sobre la seguridad de la vacuna en pacientes con enfermedades cardiovasculares, hasta ahora no se había investigado, específicamente, cómo funcionan estas vacunas en pacientes con insuficiencia cardiaca (IC), una condición que empeora el pronóstico en caso de infección por SARS-CoV-2.

Por esta razón, en el marco del congreso Heart Failure 2024, organizado por la Sociedad Europeo de Cardiología (ESC), se presentó el primer análisis sobre la eficacia de la vacuna contra la COVID-19 en una gran población de pacientes con IC. Este estudio es el primero en demostrar un beneficio claro de la vacunación en este grupo de pacientes.

El estudio incluyó a 651.127 pacientes adultos con IC, de los cuales 538.434 (83%) estaban vacunados (con dos o más dosis) y 112.639 (17%) tenían una o ninguna dosis. Estos datos se obtuvieron del sistema nacional de salud coreano, que abarca una gran parte de la población del país.

Para controlar todas las variables, los investigadores realizaron un emparejamiento 1:1 de pacientes vacunados y no vacunados según la edad, sexo, otras condiciones de salud (como hipertensión, diabetes, colesterol alto, etc.), ingresos y región de residencia. Esto resultó en una muestra final de 73.559 pacientes vacunados y 73.559 pacientes no vacunados. Durante seis meses se monitoreó la salud de estos pacientes.

La vacunación contra la COVID-19 se asoció con un riesgo:

  • 82% menor de fallecimiento por cualquier causa
  • 47% menor de ingreso hospitalario por IC
  • 13% menor de infección por Covid-19

Estos resultados destacan que los pacientes con IC que están vacunados contra la COVID-19 tienen un 82% más de probabilidades de vivir más tiempo que aquellos que no están vacunados. Además, la vacunación se vincula con un menor riesgo de sufrir ictus, infarto de miocardio, miocarditis/pericarditis y tromboembolismo venoso. En resumen, los vacunados tienen un menor riesgo de contraer la infección, ser hospitalizados por IC o morir por cualquier causa durante un período de seis meses, en comparación con los no vacunados.

El autor principal de estudio, Kyeong-Hyeon Chun, destaca la importancia de comprender cómo funciona la vacuna en esta población de pacientes. Por ello, se analizó el pronóstico de los pacientes con IC en función de su estado de vacunación. También advierte que esta evidencia no es aplicable a todos los pacientes, ya que los riesgos deben considerarse en aquellos con condiciones inestables.

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