
Llevar un estilo de vida saludable reduce un 35% el riesgo de eventos isquémicos o muerte y un 59% la mortalidad total tras un proceso coronario agudo
Un estudio multicéntrico ha demostrado que adoptar un estilo de vida saludable tras un síndrome coronario agudo reduce significativamente el riesgo de nuevos eventos cardiovasculares y mejora la supervivencia.